Bogotá, 6 dic (RHC) El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, viajará a Oslo, capital de Noruega para recibir el Premio Nobel de la Paz, debido a sus esfuerzos para superar el conflicto interno, prolongado durante más de medio siglo entre el Gobierno y las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo.

Según confirmó el jefe de estado, será recibido por el rey Harald V y la reina Sonia de Noruega y añadió que oficialmente el lauro lo recibirá el próximo sábado.

Tras conocer la decisión del Comité del Nobel el máximo mandatario de la nación colombiana dedicó la distinción a todas las víctimas de la contienda, que suman más de 8000 personas.

Asimismo afirmó que trabajará hasta el último momento de su mandato para acabar la guerra y prometió donar los 975 000 dólares que acompañan al galardón para apoyar a las personas perjudicadas de manera directa por el conflicto armado, entre ellas familiares de fallecidos, desparecidos y personas desplazadas de sus lugares de origen.

Las insurgentes FARC-EP reiteraron hoy que quedan aún problemas logísticos por resolver en las zonas donde ocurrirá el desarme y otros de tipo jurídico.

Esa organización guerrillera espera por el levantamiento de las órdenes de captura contra sus integrantes para comenzar el desplazamiento masivo hacia dichos parajes, donde iniciarán también su preparación para reincorporase a la vida civil; una decisión en manos de las autoridades judiciales, comentó el portal digital El Espectador.

Por eso es comprensible que nadie emprenda movimientos hacia puntos y zonas de concentración si se corre el riesgo de ser detenido, aseguró el vocero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Iván Márquez, citado por el sitio web.

Según Joaquín Gómez, otro de los portavoces del grupo rebelde, la infraestructura de los mencionados escenarios no está lista.

No podemos ser irresponsables y meternos en un lugar sin los recursos básicos ni siquiera condiciones para dormir, manifestó el comandante de esa guerrilla, la mayor del país, que se ofreció para acondicionar tales escenarios.

Asimismo las FARC-EP esperan la excarcelación de alrededor de 300 de sus hombres, quienes se beneficiarán con el indulto y no tendrían la obligación de acudir a los espacios de concentración previstos.

Adicionalmente confían en que la Corte Constitucional de vía libre al uso del fast track, un mecanismo de tramitación rápida con el cual el Congreso analizaría y podría expedir la ley de amnistía, considerada clave para esa agrupación en proceso de desmovilización.

El pasado 24 de noviembre el presidente Juan Manuel Santos y el líder de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, firmaron el acuerdo conclusivo de cuatro años de conversaciones en Cuba con el que se comprometieron a terminar el largo conflicto entre ambas partes.

Luego de su validación en el Congreso la semana previa, el mandatario anunció el comienzo del período de postconflicto desde el 1 de diciembre.

A partir de esa fecha entraron en vigor los convenios de La Habana, oficializados en esta capital, entre ellos la dejación de armas.