Caracas , 16 Dic. AVN.- El capítulo cubano de la Red en Defensa de la Humanidad manifestó su repudio a la agresión física de la que fue víctima la ministra para Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, en la sede de la Cancillería de Argentina, en Buenos Aires, donde se realizó la XI Reunión Extraordinaria del Consejo del Mercado Común del Sur (Mercosur).

 La red se pronunció a través de un comunicado, tal como lo han hecho durante los últimos días, movimientos sociales de Suramérica.

 A continuación, el texto íntegro:   

Exhortamos a los intelectuales, artistas y movimientos sociales integrantes de la Red En Defensa de la Humanidad a denunciar la verdadera esencia de quienes, valiéndose de métodos típicamente fascistas, se han propuesto plagar una vez más a Sudamérica de muerte, desigualdad y miseria.

 El Capítulo cubano de la Red En Defensa de la Humanidad considera que:   

La violenta actitud de la policía argentina contra la canciller venezolana, compañera Delcy Rodríguez, viola las convenciones diplomáticas, los tratados internacionales y las normas elementales de respeto y convivencia entre los gobiernos. Por lo mismo, constituye un ultraje a ella misma y al derecho del pueblo venezolano a ser parte de los organismos de integración regional.

 La decisión de la mayoría antidemocrática de los países integrantes del Mercosur de suspender temporalmente a Venezuela, pretende despojarla de ese legítimo derecho, que fuera defendido de manera firme y pacífica por su canciller, a la sazón agredida por las fuerzas represivas en Buenos Aires. Esto corrobora la intolerancia a la diversidad y la naturaleza mendaz y arbitraria de los gobiernos de Argentina, Paraguay y Brasil, unido a la ambigua conducta de Uruguay, cuya actitud ante el proceso de los acontecimientos relacionados con la pretendida exclusión de Venezuela, resulta cada vez más desconcertante y reprobable.

 La reacción posterior de la Triple Alianza, que ha usado –sin argumentos convincentes ni pruebas–, los nuevos procedimientos del golpe de Estado para conseguir sus objetivos, es un complot cuyos fines aviesos son verificables en las estrategias que los servicios especiales y el Comando Sur de Estados Unidos han diseñado y vienen aplicando en los países de América Latina y el Caribe.