Damasco, 11 feb (RHC) El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, calificó de alarmante la situación humanitaria en la ciudad siria de Alepo y sus inmediaciones.

En una declaración difundida en Ginebra, denunció Zeid Ra'ad Al Jusein que en esa localidad ocurren a diario violaciones y abusos por los causantes del conflicto en el país árabe, donde naciones de Occidente y sus aliados regionales intentan imponer un cambio de gobierno.

También advirtió el Alto comisionado de la ONU sobre el aumento de la violencia en Alepo y otras zonas, donde el ejército sirio trata de expulsar a grupos armados y organizaciones terroristas, mientras las partes enfrentadas ignoraran la destrucción y la muerte de miles de personas inocentes.

Asimismo, instó al gobierno sirio y a los opositores a reanudar las conversaciones en Ginebra para buscar una salida política al conflicto armado, proceso interrumpido por divergencias en los diálogos.

En tanto, durante una entrevista a la prensa en Damasco, aseguró el ministro sirio de Información, Omran al Zoub, que la batalla en la provincia de Alepo no durará mucho, y reiteró la importancia de tomar el control de ese territorio para cortar el paso a los terroristas procedentes de Turquía.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el doble ataque suicida ejecutado esta semana por Boko Haram en un campamento de refugiados de Nigeria, donde murieron más de 60 personas.

En un comunicado, el diplomático envió sus condolencias a los familiares de las víctimas fatales y sus deseos de una pronta recuperación a las decenas de heridos por el sabotaje de la milicia islamista en la nororiental ciudad de Dikwa, en el estado de Borno.

Boko Haram realizó el atentado el 9 de febrero mediante dos adolescentes que llevaban un cinturón con explosivos, mientras una tercera decidió no detonarlo.

Ban exigió el cese de los ataques terroristas y de la violencia sectaria en Nigeria, país africano azotado en los últimos años por los extremistas, al igual que sus vecinos Camerún y Chad.

Asimismo, reiteró el apoyo de Naciones Unidas a las autoridades locales y su llamado a combatir el flagelo desde las causas raigales y con pleno respeto a las leyes internacionales humanitarias y los derechos humanos.