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Foto: Deisy Francis Mexidor
La Habana, 26 de feb (RHC) La colaboración de Cuba en salud es hoy una proeza y un bastión de esperanza para mucha gente del mundo, afirmó Samira Addrey, miembro de la junta directiva de la organización estadounidense IFCO-Pastores por la Paz.
En este tiempo de agresividad contra Cuba debemos destacar la labor de ese país en cuanto a la salud y la colaboración internacional, expresó Addrey, también egresada de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) durante una entrevista concedida a Prensa Latina.
“Yo creo que el ejemplo de la ELAM que después de 25 años continúa produciendo médicos para el mundo es una prueba clara de que Cuba ha exportado al mundo salud, amor y amistad mientras que Estados Unidos sigue exportando violencia”, afirmó.
Desafortunadamente estamos viviendo en un país que tiene una estructura rota de salud, donde la gente de bajos recursos económicos no cuenta, que no se centra en el ser humano, explicó la doctora Addrey.
Nuestra tarea como egresados de la ELAM como Cuba nos ha formado es regresar y enfocarnos aquí siendo ejemplo de que otro mundo es posible, añadió.
Reconoció la formación recibida en la isla “como médicos de ciencia y conciencia” y subrayó que “en Cuba se forma un tipo de médico que es humanista y solidario”.
Samira, quien atiende el programa de la ELAM en IFCO (Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria) destacó las décadas de experiencia del grupo en el movimiento de solidaridad con Cuba “y queremos aprovechar esa historia”, enfatizó.
En 1967, Lucius Walker fundó IFCO y en 1988 concibió el proyecto Pastores por la Paz que organizó las caravanas de ayuda humanitaria como una manera de apoyar a las víctimas de la política exterior de Estados Unidos en la región.
Cuba me abrazó y me trató como una hija durante los años que estuve allá; además de las habilidades médicas que aprendimos en la escuela de medicina hay un nivel de familia, de sentido de ser humano que yo no lo he experimentado en otro lugar, confesó.
Yo creo -concluyó Addrey- que el mundo debe reconocer a Cuba más allá de las cosas que son populares, hay que estar ahí, hay que sentir el pueblo, vivir con él y sentir su humanidad. (Fuente: Prensa Latina)