Tablada sostiene que Usaid solo reacomoda sus programas subversivos. Foto: Archivo/RHC

La Habana, 27 feb (RHC) El cierre de programas de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) no significa el cese de la política hostil contra Cuba, afirmaron este jueves especialistas que intervinieron en el programa Mesa Redonda.

Para la subdirectora general de EE.UU., del Ministerio de Relaciones Exteriores, Johana Tablada, el despido de unos cinco mil 800 empleados, y el recorte de más de 400 mil millones de dólares de los fondos de esa Agencia promovidos por la administración de Donald Trump, es en realidad un reacomodo de esos programas subversivos.

Una prueba de ello es el anuncio reciente de sanciones unilaterales que incrementan la agresión contra la cooperación médica internacional de la nación caribeña bajo argumentos falaces.

Según la funcionaria, en esos programas no concurre ninguna de las características que definen una operación de explotación o trata de personas, y se ajustan a los esquemas de Naciones Unidas para la cooperación Sur-Sur.

“Esa colaboración es respetuosa de las leyes nacionales de los países receptores, y aporta un beneficio real a los pueblos de esas naciones”, apuntó la diplomática en el programa radio televisivo.

El pasado 25 de febrero, el Departamento norteamericano de Estado anunció la decisión de suspender los visados asociados a acuerdos de cooperación médica internacional de la nación caribeña, medida calificada por el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez como otra agresión injustificada contra el pueblo de Cuba.

“Marco Rubio, el secretario de Estado, una vez más coloca su agenda personal por delante de los intereses de su país. La suspensión de visados asociados a acuerdos de cooperación médica internacional de Cuba, representa la séptima medida de agresión injustificada contra nuestra población en un mes”, apuntó en la red social X.

Otro especialista, el catedrático Jacinto Valdés-Dapena recordó en la Mesa Redonda que la Usaid fue creada el 3 de noviembre de 1961, tras el fracaso de la invasión de tropas mercenarias por Playa Girón, por la necesidad del Gobierno estadounidense de aislar a la Revolución cubana y silenciar su ejemplo.

Para los panelistas, ese financiamiento con el propósito de promover un cambio de régimen, se mantiene, directa e indirectamente, por ejemplo, a la mal llamada prensa independiente, pese al temor de los receptores de esos fondos sobre su posible suspensión. (Fuente: Prensa Latina)