La Habana, 11 oct (RHC) La cardiopatía isquémica, la violencia interpersonal y las anomalías congénitas sobresalen como las principales causas de muerte prematura en Panamá, refiere un estudio global realizado con el apoyo del Banco Mundial.

 Según la investigación, ejecutada en más de 120 países, la única variante que no estuvo presente en la pesquisa como factor de riesgo fue la violencia familiar, que en los últimos 25 años incrementó sus niveles en 43 por ciento.

 Otras enfermedades que presentaron un aumento significativo en la nación istmeña en esta categoría fueron la renal crónica (117 por ciento), la diabetes (71) y el VIH-Sida (49).

 En términos de padecimientos que limitan el disfrute de una vida placentera destacan los riesgos alimentarios, la obesidad y la hipertensión, en tanto las enfermedades diarreicas mostraron el mayor descenso con respecto a 1990, con una caída del 54,8 por ciento.

 No obstante, en 2013 la esperanza de vida al nacer cerró en 75 años para los hombres y 81 para las mujeres, lo que representa un ligero aumento comparado con las cifras de 1990 (73 años para el sexo masculino y 78 para el femenino).

 En términos de mortalidad, la mayor reducción la experimentaron las féminas de entre 28 y 36 años (40,4 por ciento), mientras que los varones de 20 a 24 años registraron un aumento del 10 por ciento, en los últimos 25 años.

 La investigación epidemiológica, la más completa a nivel global hasta la fecha, examinó las tendencias mundiales hasta 2015, al tiempo que permitió hacer comparaciones entre poblaciones y comprender mejor los cambiantes desafíos de salud que enfrenta la humanidad en el siglo XXI.

 La pesquisa incluyó un análisis profundo sobre las causas de muerte, mortalidad materna, carga global de las enfermedades, expectativas de vida, años vividos con discapacidad y los factores de riesgo que conducen a la pérdida de la salud, entre otros aspectos.