Naciones Unidas, 1 ago (RHC) Las agencias de ONU aumentan sus esfuerzos para combatir el ébola en la República Democrática del Congo, al cumplirse un año desde que el Gobierno de ese país informó del primer caso.
Desde entonces se han registrado dos mil 600 personas infectadas, un tercio de ellas menores de edad. Además, hay unos mil 800 fallecidos, según cifras de la ONU.
El presidente de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus; el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley; la directora ejecutiva de la Unicef, Henrietta Fore; y el coordinador humanitario de la ONU, Mark Lowcock, publicaron la víspera un comunicado conjunto sobre las acciones a seguir.
'Los desafíos para detener la transmisión adicional son de hecho considerables. Pero ninguno es insuperable. Y ninguno puede ser una excusa para no hacer el trabajo', indica el texto.
Los responsables de esas agencias de ONU también reconocieron los heroicos esfuerzos de los trabajadores de la salud -en su mayoría congoleños-, de las personas de las comunidades y de los colaboradores.
La ONU continúa aumentando la respuesta en apoyo del Gobierno y fortaleciendo aún más la acción conjunta con el fin de responder a esa emergencia de salud pública internacional ya declarada.
El brote de ébola está ocurriendo en una zona de conflicto activa y esto hace que una respuesta efectiva sea mucho más complicada debido a la inseguridad, que incluye ataques armados contra los trabajadores y las instalaciones de salud, y el desplazamiento de la población.
Por tal motivo, ONU hace 'un llamado a todas las partes en conflicto para que garanticen que los trabajadores sanitarios puedan realizar su labor de manera segura y que aquellos que buscan atención puedan acceder a ella sin temor a los ataques'.
La víspera, el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujaric, alertó que el ébola se extendió a una nueva provincia en la República Democrática del Congo, al reportarse dos casos en Goma.
El virus ya afecta desde hace un año a las provincias de Kivu del Norte y la de Ituri.
Entre las medidas adoptadas se intensifica la vigilancia en todos los puntos de entrada y de control en el área, y también aumenta la participación de la comunidad, las comunicaciones de riesgos y la búsqueda activa de casos.
Según indicó Dujarric, es urgente una respuesta fortalecida y global y una mayor inversión de los donantes internacionales.(Fuente:PL)
