por Roberto Morejón
Con marcados aumentos en el arribo de estadounidenses y alemanes, la industria turística de Cuba continuó en junio su rumbo favorable, visible igualmente en 2015, auge para el que se acondiciona la infraestructura local.
Si bien los ciudadanos del país norteño están impedidos de practicar el turismo en Cuba a causa del bloqueo, un grupo importante se acogió a las 12 licencias generales aprobadas por el gobierno del presidente Barack Obama.
Fue así que la cifra de estadounidenses de visita en Cuba en junio aumentó más de 61% en relación con igual mes de 2015, en lo que se interpreta como una buena oportunidad para entrar en contacto con una realidad con frecuencia tergiversada.
Los estadounidenses se ubican en el tercer lugar de las personas que arriban a este país para pasar su asueto, detrás de Canadá y la comunidad cubana en el exterior.
Igualmente, británicos, alemanes, españoles, mexicanos, italianos, argentinos y franceses, por ese orden, son los que más llegan aquí para disfrutar de un período de esparcimiento.
En el caso de los germanos sobresale el alza de casi 70% en junio en contraste con lo reportado en ese mes de 2015, indicador alentado por el incremento de los vuelos de las compañías Air Berlin, Cóndor y Eurowings.
Llama la atención el comportamiento de diversos polos cubanos como el de la cayería norte del centro, donde se explotan más de 8 900 habitaciones, adscriptas a las ofertas de la provincia de Villa Clara.
Más de 74 000 turistas se alojaron en hoteles de ese territorio central en julio último, para un crecimiento de 8,6% en relación con igual mes de 2015.
Al sumarse los resultados de todos los enclaves de la llamada industria sin chimeneas, Cuba registró en el primer semestre la visita de 2 millones 147 919 personas, para un alza de 11,7%, representativo de una tendencia sostenida.
Las autoridades del ramo apresuran sus planes inversionistas ante pronósticos de continuación de ese patente interés por el destino Cuba.
El Ministerio de Turismo prevé sumar nuevos y mejores hospedajes e instalaciones en los próximos años hasta un total de 85 000 habitaciones en 2020, en contraste con las 63 000 actuales, de ellas 70% de 4 y 5 estrellas.
La actividad no estatal se comporta como un significativo complemento de las ofertas a los visitantes.
Así lo demuestra el hecho de que los trabajadores por cuenta propia tienen más de 16 000 habitaciones y cerca de 1 700 restaurantes conocidos como paladares.
Junto a los esfuerzos estatales y el complemento privado, Cuba se abre a la inversión extranjera en el turismo, con favorable ambiente de negocios, incentivos fiscales, cuerpo legal seguro, además de la estabilidad política y social.