por  Betty Hernández Quintana *

La relación entre Venezuela y Cuba durante las últimas décadas se resume en solo dos palabras, un nombre, un líder: Fidel Castro.

El revolucionario cubano, fuera de la isla era y seguirá siendo la imagen de la resistencia al imperialismo y de la corriente progresista integradora latinoamericana de finales del siglo XX y principios del XXI.

Su impronta, si bien se extendió por países de todas las latitudes, en la nación bolivariana caló hondo con el sueño de Hugo Chávez, su discípulo ideológico y amigo personal.

La influencia de la Revolución Cubana, como la proyectó Fidel, está latente en el proyecto bolivariano que hace 17 años se desarrolla en el país sudamericano.

Por este legado, en forma de mejoras sociales, educación, salud y cultura para el pueblo, los venezolanos sienten su pérdida como si perdieran a Chávez por segunda vez.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, manifestó que Fidel Castro es el libertador de los pueblos de Latinoamérica y el mundo en el siglo XX con proyección al siglo XXI.

El mandatario resaltó que el líder revolucionario de la isla, después de los libertadores del siglo XIX, es la figura más grande que hay en Latinoamérica y el Caribe.

No por casualidad Chávez y Castro lograron consolidar una poderosa unión, pues en ambos coincidía el amor por los pueblos, el trabajo por la reivindicación de las luchas sociales y la resistencia a toda forma de dominación imperial, expresó.

Maduro mencionó que el comandante cubano, quien falleció en la noche del viernes, a sus 90 años de edad, extendió su amor a todos los pueblos del mundo, especialmente hacia África, por lo que también sumó esfuerzos contra el apartheid.

Por esa razón -ratificó- el planeta entero se conmocionó por su partida física, expresiones que se hacen llegar por todos los medios, hasta por las redes sociales, a través de las cuales personalidades del mundo y de todas las ideologías manifiestan su pesar.

"Reconocen los aportes históricos de Castro por la dignidad, identidad, y la independencia de América Latina y el Caribe y para la construcción de un nuevo mundo más humano en nuestro planeta tierra", dijo.

Por su parte, el periodista uruguayo Walter Martínez manifestó que el líder de la revolución cubana, como el cid campeador, seguirá ganando batallas después de muerto.

En exclusiva a Prensa Latina comentó que se cumplió un ciclo vital, pero "este hombre irrepetible por las circunstancias que le toco vivir, dejó sembrado valores y criterios para que haya otros que llenen vacíos".

Fue un momento mágico con el hombre justo en el tiempo indicado y qué va a haber ahora, un enorme vacío, reflexionó durante la apertura del libro de condolencias en la embajada de Cuba en Caracas.

Fidel nos dejó claros los valores y ejemplos de conducta y sabemos cuál es el camino y cada quien sabe cómo debemos honrarlo, es un deber asumir su ausencia, aceptar la realidad y trabajar a partir de ella, señaló.   Con su fallecimiento los gringos creen que se sacaron un enorme callo de unas apretadas botas, que esto cambia algo pero no va a cambiar nada, las doctrinas, el ejemplo y las generaciones de relevo están ahí, aseveró.

"Fidel hizo una gigantesca labor y la dejó blindada con su ejemplo, sus valores y la educación del pueblo, eso permea, al demostrarse que era posible en Cuba y en los demás países, demuestra que es un proceso en pleno desarrollo", expresó.

Hizo llegar un abrazo fraterno de solidaridad al pueblo cubano y en su función de periodista llamó a los profesionales de los medios a reconocer los logros de la isla caribeña y la impronta de Fidel en los gobiernos progresistas latinoamericanos y del mundo.

"Transformemos este momento en fuerza de inspiración y hagamos de las palabras hechos cada día, cumpliendo con nuestra labor de comunicadores haremos honor a quien honor merece" concluyó.

Sobre el legado de Fidel, la ministra para la Mujer y la Igualdad de Género, Blanca Eekhout resaltó que su impronta fue necesaria para la humanidad, tal como lo es el proyecto político de Hugo Chávez, ambos forjadores de políticas dirigidas a apoyar a los más excluidos.

A través de Radio Miraflores, la funcionaria  destacó que estos líderes cumplieron en vida tareas de gran valor para los pueblos.

"La obra de Fidel, en estos momentos, es más necesaria que nunca para la humanidad. Bolívar y Chávez viven en nosotros. Fidel vive en nosotros", expresó.

Ejemplo presente del legado del revolucionario cubano es la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), fundada en 2004 como una idea unificadora de Chávez.

Los países miembros de ese organismo emitieron un comunicado para elogiar la memoria del dirigente cubano.

Fidel no sólo fue el líder de la revolución en la isla, sino el guía de los movimientos progresistas que lograron acceder al poder en la región, logrando cambiar el contexto político regional, llenando de esperanza al pueblo latinoamericano y caribeño, indicó el documento.

El "Gigante Comandante", con su partida física se convierte al igual que Ernesto Che Guevara, en símbolos inmortales de los pueblos que luchan por la justicia social, la dignidad, el desarrollo y la paz, añade el texto. "Mucho es lo que los pueblos del mundo le deben al pueblo cubano, desde la sonrisa de un niño curado por los médicos regados por todo el mundo, llevando salud y esperanza a la humanidad, hasta un fusil empuñado, combatiendo por la libertad", agregó.

El espíritu luchador de Cuba está por todo el mundo, debemos decir que el Gigante Castro está por toda la humanidad. Gracias Cuba por Fidel, concluyó.

Los herederos de este líder revolucionario mantendrán su herencia y evitarán que su nombre se conjugue en tiempo pasado, porque su ausencia no es tal y su ejemplo sigue y seguirá presente en el ideario de aquellos que luchan contra la opresión, por el respeto a la soberanía y la autodeterminación.

*Corresponsal de Prensa Latina en Venezuela.