por María Josefina Arce
Dos hombres de talla universal como el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, y el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, tuvieron muchos puntos en común, además de su lucha por la independencia y soberanía de su Patria. Cada uno en su tiempo, con su verbo certero y su pluma brillante, manifestó su preocupación por el medio ambiente.
En el ideario martiano, repleto de belleza y enseñanza, encontramos numerosas referencias y pronunciamientos muy precisos sobre la naturaleza que él definió como el misterioso mundo íntimo y el maravilloso mundo externo.
Sus versos y prosa reflejan elementos del entorno y claman con certeza:
“… el mundo sangra sin cesar de los crímenes que se cometen en él contra la naturaleza…”
Un siglo después la protección de la naturaleza y de los recursos naturales, a partir de un modelo de desarrollo sostenible, sería una fuerte preocupación de Fidel Castro presente en varios de sus discursos y en sus reflexiones publicadas por la prensa cubana.
Ya tan temprano como en la década del 70 del siglo pasado afirmaba el revolucionario cubano que “…la humanidad del futuro tiene retos muy grandes en todos los terrenos. Una humanidad que se multiplica vertiginosamente…que ve con preocupación el agotamiento de algunos de sus recursos naturales
En un histórico y ovacionado discurso 20 años después en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, en la llamada Cumbre de la Tierra, advertiría Fidel que una especie estaba en peligro de extinción, la humanidad.
Su intervención impactante y precisa marcó pautas y es de obligada referencia en la actualidad para muchos en el mundo. En opinión de los entendidos su mensaje a los participantes en aquella conferencia de la ONU marcó un hito en el pensamiento medioambiental no sólo cubano sino universal.
Lo cierto es que Fidel denunció las causas más profundas del problema: la necesidad de una mejor distribución de las riquezas y de la aplicación de la tecnología para el desarrollo humano y no para el lujo y el despilfarro que promueven las sociedades consumistas.
Esta preocupación por el entorno y el futuro de la humanidad es un tema constante de sus memorables escritos. En una de sus reflexiones, publicadas por la prensa cubana, expresaría: “el medio ambiente hace ya rato que está comprometido. ¿Podrá nuestra especie superar esa barrera.? “
Oportuna fue en los últimos años la denuncia de Fidel, quien señalara en una breve, pero contundente reflexión, que la misma podría escribirse, hoy o mañana sin riesgo de equivocarse, pues nuestra especie se enfrenta a problemas nuevos.
Más delante haría alusión a sus palabras en la Cumbre de La tierra y diría que en aquella ocasión tenía menos razones que hoy para advertir sobre el peligro que se cernía sobre la especie humana.
Recordó que entonces unos pocos líderes de los países más poderosos manejaban el mundo, quienes, denunció, aplaudieron por mera cortesía sus palabras y continuaron plácidamente cavando la sepultura de nuestra especie.
Fidel Castro fue claro, preciso y enérgico en su batallar por legar a las futuras generaciones un mundo mejor. De ello dan fe sus constantes llamados en foros internacionales para aunar posiciones en torno al cuidado del planeta en que vivimos, y las acciones que la revolución cubana, bajo su liderazgo, desarrolló para cuidar el entorno como la Revolución energética que logró disminuir la contaminación ambiental por la generación eléctrica, al reducir las emisiones a la atmósfera del CO2, gas causante del efecto invernadero.