Por Nicanor León Cotayo

El puerto de la Florida, en EE.UU. canceló un importante compromiso que había establecido con Cuba.

Así lo reportaron este jueves tres periodistas del Nuevo Herald, Amy Sherman, Mimi Whitefield, y Patricia Mazzei.

¿Razón de tal suceso? Una brutal amenaza del multimillonario gobernador y fiel militante del neonazi Tea Party, Rick Scott.

¿En qué consistió su nueva bravuconería? Recortar dinero a los puertos de su territorio que tengan nexos comerciales con La Habana.

Antes, el puerto de Everglades, en Fort Lauderdale, echó abajo sus planes de firmar un acuerdo con funcionarios de Cuba.

Lo confirmó un funcionario del municipio de Broward, ChipLa Marca, quien remitió lo dicho al director de esa instalación marítima, Steve Cernak.

Sin embargo, aclaró La Marca, autoridades del puerto no suspenderían una próxima reunión con funcionarios cubanos en Fort Lauderdale.

Después añadió lo siguiente:

“El director del puerto estaba un poco molesto por la manera como salieron a relucir las cosas”, pero, agregó  dócilmente, entendió la posición del gobernador.

Fue en ese contexto que un breve mensaje reveló a los reporteros, Cuba manda carbón, primera exportación de la isla al sur de la Florida.

Esto, a pesar de que el miércoles Scott ordenó a su Parlamento recortar fondos a puertos que “lleguen a cualquier acuerdo con (la) dictadura cubana”.

Casi al mismo tiempo llegaba a Port Everglades el primer cargamento de productos cubanos bajo la recién estrenada administración Trump.

Se trató de un envío en  dos contenedores que transportaban carbón artesanal hecho de marabú en cooperativas.
“Legales, según los cambios a las leyes de comercio con la isla implementados por el gobierno de Obama”, subrayaron las tres reporteras del Nuevo Herald.

Bertha Henry, administradora del Condado Broward, le aseguró en un correo electrónico a The Miami Herald, que la reunión con siete funcionarios cubanos seguía en pie.

Otras fuentes indicaron que las  primeras exportaciones de Cuba a Estados Unidos en más de 50 años llegaron el martes a Port Everglades.

“El envío es pequeño, sólo dos contenedores de carbón artesanal, pero el importador espera que sea el precursor de más comercio por venir”.

Gracias a muy ligeras excepciones concedidas al “embargo”, un discreto intercambio comercial ha tenido lugar con puertos de la Florida.

Para detenerlo, su Gobernador, Rick Scott, amenazó incluso a esas dependencias con rebajas financieras.

Ello sucedió cuando este miércoles la recién finalizada Quinta Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que agrupa a 33 naciones de la región, volvió a condenar el bloqueo a Cuba.

Antes, como es sabido, la ONU, múltiples gobiernos, parlamentos y organizaciones políticas, religiosas y sociales del planeta habían hecho lo mismo.

Incluso, connotadas personalidades de Estados Unidos que actúan en distintas esferas han dejado constancia de su repudio a esa política.

Barack Obama, a fines de 2014, reconoció públicamente el fracaso de tal comportamiento.  

Todo el mundo sabe la honda culpa que por tal debacle política pesa sobre el sector cavernario de la comunidad de origen cubano asentada en   Miami y en el Capitolio de Washington.

Entre esos fracasados se encuentra el multimillonario Gobernador de la Florida, y figura ilustre del Tea Party, Rick Scott.

Prueba elocuente de los brujos, ahora quizás más alentados, que actúan en el escenario político de Estados Unidos.
Otra razón para dormir despiertos.

(Tomado de Cubasí)