Por Nicanor León Cotayo
Un decreto sobre inmigración firmado el viernes último por Donald Trump, desató el rechazo de muchos a quienes llegan a sumarse figuras de la propia diplomacia estadounidense.
Lo confirmó este lunes Mark Toner, vocero interino del Departamento de Estado, quien puntualizó –sin concretar cifras- que se trata de un número considerable de sus diplomáticos.
“Tenemos conocimiento de un mensaje de disenso que está circulando contra la orden ejecutiva”, aseveró.
Paralelamente, un cable de la France Press Associated (AFP), reprodujo ideas de lo dicho en Washington por el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer.
Los diplomáticos de nuestro país que tienen objeciones a la nueva política de viajes para inmigrantes o refugiados deben seguir las instrucciones, “o dejar sus puestos”, advirtió con tono nada delicado.
Mark Toner, aclaró que el documento aún no ha sido formalmente propuesto.
“Canal de Disenso” es el nombre del sistema que teóricamente autoriza al personal diplomático a emitir opiniones frente al impacto que una decisión oficial puede ocasionar a la política exterior del país.
Toner prefirió no divulgar el documento que circula en el Canal de Disenso o informar cuántos diplomáticos lo firmaron, aunque admitió su nexo al decreto que Trump impuso el viernes.
¿Su titulo? “Proteger la nación de la entrada de terroristas extranjeros a Estados Unidos”.
Pero, a manera del sorpresivo estallido de un petardo, EFE notificó que la compañía Ford rechazó el veto de inmigración establecido por Trump y prometió alentar respeto e inclusión en su firma.
“El respeto por todas las personas es uno de los valores centrales de Ford Motor Company, y estamos orgullosos de la rica diversidad de nuestra empresa”, afirmó su presidente ejecutivo, Bill Ford.
“Es por eso que no apoyamos esta política ni ninguna otra que vaya en contra de los valores de nuestra compañía”, agrega en su misiva la multinacional.
Este comunicado, apuntaron observadores, supone el primer mensaje en contra de las políticas de Trump que emite Ford, una compañía que había mostrado su apoyo al nuevo presidente.
Además, la firma anunció el pasado tres de enero su intención de cancelar una inversión de 1,600 millones de dólares en México tras las peticiones de Trump a empresas estadounidenses de invertir más dinero en el país.
Junto a ello hubo otra mala noticia para la Casa Blanca, que divulgó una periodista de la Associated Press (AP), Martha Bellisle.
El estado de Washington demandó al gobierno de Trump debido al decreto que prohíbe la entrada al país a ciudadanos de siete naciones de mayoría musulmana, decisión escribe Bellisle, “que ha desatado protestas en todo Estados Unidos”.
El fiscal general del territorio, Bob Ferguson, se convirtió en el primer fiscal que desafía judicialmente la orden ejecutiva.
Ferguson es uno de 16 fiscales generales de estados que el domingo emitieron un comunicado valorando el decreto de Trump como "antiestadounidense e ilegal".
Jay Inslee, gobernador del estado Washington, advirtió: la intención de esta orden ejecutiva es clara, discriminar contra una religión entre todos los hijos de Dios.
He ahí nuevos capítulos del sorprendente y multiplicado ascenso de la oposición al recién iniciado gobierno de Donald Trump.
(Tomado de Cubasí)