por Nicanor León Cotayo
Unido a rechazos de parecida tendencia, el periódico enjuició duramente el comportamiento del multimillonario presidente. Lo hizo este jueves bajo el título: “Prohibición a los refugiados, una orden contra nuestros valores”.
Y su texto, que circuló el 30 de enero, comienza diciendo, de un plumazo el presidente Donald Trump aumentó la inseguridad y la discriminación en este país.
Siguió escribiendo que, a la vez, descartó nuestros valores de compasión y solidaridad.
El editorial recordó que la semana pasada, otra orden ejecutiva cerró las puertas a los refugiados y otros inmigrantes de países con mayoría musulmana.
A renglón seguido los enumeró: Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
Luego previno, las prohibiciones son temporales, pero el daño es más duradero”. Ahí se detuvo antes de llamar la atención respecto a un hecho muy inquietante para Estados Unidos:
En su combate al terrorismo, Trump, ignoró que la mayoría de los ataques en nuestro país han sido cometidos por terroristas locales, “y no todos ellos son musulmanes.”
Y después, como para asestar un golpe devastador, la publicación sentenció:
Ningún refugiado de los siete vetados de entrar a Estados Unidos nos ha agredido en nuestro territorio.
Pero Trump y su equipo de gobierno emitieron la orden con tanta torpeza, que ni siquiera pensaron en quienes radican permanentemente aquí.
Con tono irónico señaló, hasta que el gobierno suavizó la orden, a esos residentes permanentes también les prohibieron entrar a Estados Unidos.
¿Consecuencia? Quedaron atrapados en el “pandemónium” que se armó en aeropuertos nacionales y en el extranjero.
Washington alega el pretexto de que los refugiados sirios, por ejemplo, que huyen de peligros mortales, no pasan por un examen adecuado antes de ingresar a Estados Unidos.
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Sin embargo, Trump afirma que su actuación no está dirigida contra ciertas personas debido a su religión.
Pero el Herald recuerda que, desde el inicio de su campaña, él tiene a los musulmanes en la mira, al tiempo que da prioridad a los refugiados cristianos.
Legisladores demócratas intentan suscribir una medida que haga retroceder la prohibición, pero no tienen suficiente apoyo republicano.
Sin embargo, ¿dónde radica lo más significativo?
En que hasta un órgano ultraderechista, como el Nuevo Herald, dedique la página de su Consejo Editorial a discrepar del pensamiento y la acción de Donald Trump.
Otro refuerzo, inyectado por flancos de diferentes magnitudes, a la sorprendente marea que se mueve en igual dirección.