por Guillermo Avarado
El pueblo de Ecuador comienza este lunes cinco semanas cruciales de cara a la segunda y definitiva ronda de las elecciones presidenciales del 2 de abril, cuando los ciudadanos deben escoger entre dos modelos de país, uno destinado a mantener las conquistas sociales de la Revolución Ciudadana, y el otro encaminado al retorno de la derecha y las políticas neoliberales.
Tras una primera vuelta en que el candidato del movimiento Alianza País, Lenin Moreno, logró 39,36% de votos y se quedó a sólo 64 centésimas de punto para convertirse en el futuro presidente de la nación latinoamericana, viene ahora una intensa campaña contra el exbanquero Guillermo Lasso, de la coalición de derecha CREO-SUMA, quien terminó con 28,09 puntos.
En el arranque de esta nueva etapa comenzó también la guerra de las encuestas. Un sondeo del Centro de Investigación Social pone adelante a Moreno en la intención de voto, con el 59% de sufragios, ante 41 puntos otorgados a Lasso.
La firma Cedatos, vinculada a los grandes medios privados de prensa, por el contrario, pone al aspirante derechista casi cuatro puntos por delante del candidato de la Revolución Ciudadana.
Esta casa encuestadora, sólo para recordar, ha dedicado numerosas publicaciones a tratar de mermar el apoyo popular al proceso de transformaciones sociales liderado por el presidente Rafael Correa, que sacaron de la pobreza a millones de ecuatorianos y abrieron oportunidades de superación a los sectores marginados.
Los grandes medios ecuatorianos, como los diarios El Universo y El Comercio, o el canal Ecuavisa, dieron amplio destaque al sondeo de Cedatos e ignoraron por completo al del Centro de Investigación Social, lo que es un adelanto de lo que será la batalla informativa en las cinco semanas venideras.
Ya el presidente Correa había anunciado que de ocurrir una segunda vuelta la guerra sucia de la derecha sería intensa y habría que estar preparados para enfrentar numerosas agresiones.
Vista la capacidad de mentir, engañar, falsear datos y acusar sin presentar ninguna prueba de los sectores más conservadores del país, con el apoyo entusiasta de sus iguales en toda la región y en Estados Unidos, la etapa más aguda de este enfrentamiento está por venir y el tema de los sondeos apenas es un aperitivo.
El fin de semana Correa señaló los riesgos que implica el programa de trabajo de la coalición CREO-SUMA, que busca en definitiva restaurar el papel dominante de los empresarios sobre las estructuras del Estado.
De manera particular señaló los peligros que entraña la propuesta de Lasso de eliminar 14 impuestos, pues la mayoría de ellos afectan a los más ricos y no a la población en general.
El mundo al revés, dijo el presidente, y agregó que los empresarios lo que buscan es ahorrarse dinero y hacer pagar más a los sectores medio y bajo de la sociedad.
Serán semanas de intensas movilizaciones, donde la unidad de los sectores más lúcidos del país en torno a la Revolución Ciudadana será el factor decisivo de una contienda, cuyos resultados influirán más allá de las fronteras ecuatorianas.