Por Nicanor León Cotayo
Un cable de la Associated Press reveló este viernes que en Miami-Dade suceden casos de graves bofetadas a la Constitución.
Por ejemplo, Milton Hirsch, juez de ese condado acaba de dictar un fallo contra la política de Donald Trump que permite a sus autoridades detener a inmigrantes que enfrentan una posible deportación.
El magistrado lo valora como violatoria de los límites establecidos en la décima enmienda constitucional respecto a las limitaciones del poder federal sobre los estados.
La jefatura de ese condado apeló la sentencia, sin haberse aclarado todavía el alcance de la decisión de Hirsch.
Su alcalde, Carlos Giménez, había ordenado llevarla a cabo después que Trump formuló una orden ejecutiva amenazando con negar dinero federal a gobiernos locales en las tituladas "ciudades santuarios" para inmigrantes.
¿En qué consisten esas últimas?
No están definidas, aunque por lo general bautizan así a una urbe que coopera escasamente con las autoridades respecto a la “cacería” de personas que viven sin autorización en Estados Unidos.
La primera demanda contra el actual jefe de la Casa Blanca se produjo el 28 de enero último por su actuación hacia refugiados e inmigrantes.
Ese día un grupo de abogados presentó en Nueva York una queja por inconstitucionalidad.
¿Qué sucedió entonces? Trump había dado luz verde a una iniciativa enderezada a frenar la entrada al país de personas procedentes de naciones con mayoría musulmana.
La acción, originada por grupos defensores de los derechos civiles, resultó impulsada en nombre de dos iraquíes que con sus visados para entrar a Estados Unidos fueron retenidos cuando llegaron a un aeropuerto de esa ciudad.
¿En qué circunstancias?
Apenas unas horas después de aprobada la orden del multimillonario presidente.
Aquella demanda, de 20 páginas, insiste en su texto que no hay motivo alguno para detener a dos hombres con todos sus papeles en regla.
Y al mismo tiempo denunciaba a la nueva política migratoria de Trump como adversa a la Constitución de Estados Unidos.
"La guerra contra la igualdad del presidente Trump ya está teniendo un terrible perjuicio humano. No puede permitirse que este veto continúe".
Así se expresaba ya a fines de enero Omar Jadwat, director para Derechos de Inmigrantes de la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU).
Pero, lamentablemente, como van las cosas en Estados Unidos, la vida le ha concedido toda la razón, y mucho más.
De ahí, que la valiente actitud del juez Hirsch, en Miami-Dade, contra arbitrariedades migratorias de Trump haya recibido tan cálida aprobación.
(Tomado de Cubasí)