por María Josefina Arce

Organismos internacionales pronostican un auge del turismo en Nicaragua que generará un aumento de los ingresos de divisas, inversión directa y el incremento del empleo. De acuerdo con el Consejo Mundial de Viajes y Turismo hacia el 2024 este sector cubrirá el 12% del Producto Interno Bruto de la nación y empleará casi el 9% de la fuerza laboral activa.

En este despegue turístico tiene una notable incidencia la seguridad y tranquilidad ciudadana que hoy existe en el territorio nicaragüense. A pesar de estar enclavada en Centroamerica, una de las zonas más violentas del planeta, Nicaragua registra índices incomparables respecto a sus vecinos.

El hecho es que desde que en 2007 retornó a la presidencia el Frente Sandinista de Liberación Nacional la tasa de homicidios por ejemplo, se ha reducido en 22% y es la más baja de los últimos años.

En estos resultados ha tenido mucho que ver el modelo preventivo que aplica la Policía sandinista, un cuerpo que sentó sus bases con el triunfo de la revolución en 1979 y que nada tiene que ver con las fuerzas represoras de la dictadura somocista.

Los expertos señalan que el éxito de este modelo está en varios elementos como el perfil comunitario, el abordaje preventivo de la violencia juvenil, el enfoque de género, y la planificación institucional.

A esto se suman los programas sociales que ha puesto en marcha el gobierno del presidente Daniel Ortega que buscan impulsar un crecimiento incluyente, para dar una vida más digna a todos los nicaragüenses.

La aplicación de iniciativas como Usura Cero y Hambre Cero han posibilitado la activación económica de cientos de miles de mujeres que hoy han mejorado sus condiciones de vida y las de sus familias.

Es destacable la reducción de la pobreza en la nación centroamericana. De acuerdo con la CEPAL, Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe, es Nicaragua el segundo país de América Latina que más ha reducido la desigualdad.

Asimismo, es una de las pocas naciones del mundo que ha cumplido con el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad el número de hambrientos.

Pero es además, una de las pocas de América Latina y el Caribe en haber sido declarada por la UNESCO, Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, como Territorio Libre de Analfabetismo.

El gobierno sandinista ha desarrollado también programas para garantizar el acceso de la población a una vivienda digna, al agua potable y a la electricidad, al tiempo que ha entregado los títulos de propiedad a miles de familias, que ahora tienen seguridad jurídica sobre los lotes urbanos o rurales donde habitan.

Cada uno de estos programas, entre otros, busca elevar la calidad de vida de los nicaragüenses y fomentar la economía nacional, acciones que son reconocidas por gobiernos y organismos internacionales como ejemplos a seguir.

Todas estas iniciativas, junto al trabajo preventivo de la policía hacen que a pesar de no contar con una creciente fuerza de seguridad, hoy Nicaragua marque pautas en América Latina, y en especial en Centroamerica, en cuanto a seguridad y tranquilidad ciudadana.