Por Pedro Martínez
Guardo en mi memoria la voz de Fidel Castro en su histórico discurso del 16 de abril de 1961, el cual grabamos en la Embajada de Cuba en Ecuador, y difundimos en Quito gracias a la solidaridad de José Antonio Buenaño, quien era entonces el propietario de Radio Cosmopolita.
Eran días muy tensos para quienes cumplíamos misiones diplomáticas en el exterior. Las agencias de noticias, especialmente las estadounidenses, hablaban de una gran sublevación en Cuba, así como de la muerte de algunos dirigentes revolucionarios y del asilo de otros en varias Embajadas en La Habana.
La guerra mediática servía de apoyo a la guerra real lanzada contra Cuba mediante el empleo de mil quinientos mercenarios entrenados y armados por la CIA y el Pentágono de Estados Unidos.
Para nosotros tuvo un valor inapreciable aquel discurso de Fidel, en el que proclamó el carácter socialista de la Revolución y reveló la existencia de una emisora que divulgaría a partir de ese momento todos los partes oficiales emitidos por el Gobierno Revolucionario en los días de la agresión imperialista por Playa Girón.
“¿Y creen acaso que van a ocultar (esta agresión) ante el mundo?”, se preguntó Fidel en aquel memorable discurso en la despedida del duelo de las víctimas de los bombardeos previos a la invasión de Playa Girón. Y agregó: “No! Ya Cuba tiene una planta de radio que hoy está ya transmitiendo a toda América Latina, y esto lo están oyendo innumerables hermanos en América Latina y en todo el mundo. No! Por suerte no estamos en la época de las diligencias, estamos en la época del radio, y las verdades de un país se pueden llevar muy lejos”.
Fidel Castro habló a Cuba y al mundo desde una tribuna improvisada en la intersección de las calles 23 y 12, en la barriada de El Vedado, muy cerca de la entrada principal del cementerio Cristóbal Colón de La Habana, donde fueron sepultados los caídos por los bombardeos previos a la invasión imperialista por Playa Girón.
El discurso de Fidel fue anunciado minutos antes por el locutor Fernando Alcorta Castellanos, y la grabación de sus palabras y las del líder de la Revolución se conservan como parte del patrimonio en los archivos de Radio Habana Cuba.
Recuerdo que a la Embajada de Cuba, situada entonces en la Avenida 6 de Diciembre, en Quito, concurrieron en aquellos días numerosos amigos a patentizar su solidaridad con la Revolución y su repudio a la acción imperialista. Entre esos amigos ecuatorianos figuran los escritores y artistas Oswaldo Guayasamín, Benjamín Carrión, Jorge Enrique Adoum, Diógenes Paredes, Nela Martínez, Pedro Jorge Vera, así como el profesor Manuel Agustín Aguirre.
También lo hicieron varios líderes obreros, campesinos e indígenas, entre ellos Carlos Rodríguez, Telmo Hidalgo, Amadeo Alba y Tránsito Amagüaña.
En los días de la agresión imperialista por Playa Girón el presidente José María Velasco Ibarra me recibió, en mi condición de Encargado de Negocios de Cuba, en el Palacio Presidencial para que hiciera saber a la Cancillería cubana que Ecuador condenaba cualquier violación de la soberanía, la independencia y la autodeterminación de Cuba.
En la emisora quiteña Radio Cosmpolita difundíamos las grabaciones que captábamos desde La Habana, y ese fue el momento en que el pintor Oswaldo Guayasamín solicitó viajar a Cuba para solidarizarse con la Revolución y hacer un retrato al Comandante Fidel Castro, lo cual se
materializó en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, la noche del 6 de mayo de 1961, gracias a la decisiva mediación de la heroína de la Sierra Maestra Celia Sánchez Manduley, y la gestión inteligente de Giraldo Mazola, primer Director del ICAP y actual embajador de Cuba en Namibia.
A la entrega por Guayasamín del retrato a Fidel en la sede de la Embajada de Ecuador en La Habana, asistieron también el Canciller Raúl Roa García y el poeta Nicolás Guillén, entre otras personalidades cubanas.
El gran pintor ecuatoriano haría después otros tres retratos a Fidel: en 1981, 1986 y el último con motivo del setenta cumpleaños del líder histórico de la Revolución Cubana, con quien forjó una sólida amistad que se prolongó hasta el fallecimiento de Guayasamín el 10 de marzo de 1999.
Otro 16 de abril que está en mi memoria es el de 1987, cuando tuve el honor de recibir de manos del entonces Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, Raúl Castro, la Réplica del Machete de Máximo Gómez, ese gran jefe militar dominicano que hizo suya la justa causa de la independencia de Cuba.
Fue la segunda entrega de ese premio de las FAR de Cuba a escritores, artistas y periodistas cuya obra contribuyera a fomentar valores patrióticos e internacionalistas.
Este domingo se cumplen treinta años de aquel Día del Miliciano celebrado en el Foso de los Laureles de la Fortaleza San Carlos de la Cabaña, y no he olvidado el comentario del entonces Ministro de las FAR, Raúl Castro, al entregarme la Réplica del Machete de Máximo Gómez, recalcando el alto compromiso que contraíamos con la Patria quienes recibíamos el singular reconocimiento que otorgaban las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba.
Y este 16 de abril de 2017, evoco como integrante del colectivo internacionalista de Radio Habana Cuba el momento en que Fidel Castro proclamó el carácter socialista de la Revolución, y anunció al mundo la existencia de la emisora que 56 años después, en siete idiomas, por onda corta, frecuencia modulada y por Internet, sigue llevando al mundo la verdad de Cuba.