Por María Josefina Arce
Próximo a concluir su tercer mandato durante el cual impulsó profundos cambios en Ecuador a favor de los sectores más desposeídos, el presidente Rafael Correa, un gran amigo del pueblo cubano, se encuentra en el archipiélago donde, entre otras actividades, rindió tributo en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, al líder histórico de la revolución Fidel Castro.
En el emotivo homenaje en noviembre pasado en la Plaza de la Revolución, tras el fallecimiento del líder revolucionario, afirmó Correa que Fidel y su Revolución han trascendido en el espacio y lo harán en el tiempo y, agregó que gracias a sus esfuerzos el mundo aprendió a creer en el hombre nuevo latinoamericano, capaz de luchar para construir un mundo de justicia y paz.
Al estadista cubano y al primer mandatario ecuatoriano los unió una amistad que se materializó en la cooperación solidaria entre las dos naciones. Unidas en el tiempo y la historia, Cuba y Ecuador mantienen hoy estrechos lazos fraternales.
Amplia y diversa es la cooperación entre la patria de José Martí y la de Eloy Alfaro que se ha traducido en mejoras en las condiciones de vida de sus habitantes. La salud y la educación son algunas de las áreas donde es sumamente efectivo el intercambio.
Los profesionales cubanos de la salud han ayudado a mejorar los índices sanitarios de la nación andina, donde también ayudan en la formación de sus colegas ecuatorianos.
Médicos y rescatistas del archipiélago brindaron su ayuda a los damnificados por el terremoto de 7,8 en la escala de Richter que en abril del pasado año azotó la zona costera ecuatoriana.
Cuba también colaboró en el estudio sobre discapacidad que se realizó en todo el territorio ecuatoriano. La Misión Manuela Espejo posibilitó que el estado implementara políticas de ayuda a las personas con alguna impedimenta física o mental para su total reinserción a la sociedad.
Asimismo más de mil jóvenes ecuatorianos han cursado estudios en la Mayor de las Antillas en la carrera de medicina, para después marchar a su patria y contribuir con el desarrollo de la salud pública.
Hasta el territorio ecuatoriano también llegó el método cubano de alfabetización “Yo sí puedo”. En menos de dos años doscientos MIL ecuatorianos aprendieron a leer y escribir con este programa, reconocido a nivel internacional por su eficacia.
Cuba por su parte, ha destacado y manifestado su agradecimiento por el apoyo del gobierno ecuatoriano en la batalla por el levantamiento definitivo del bloqueo económico,comercial y financiero que desde hace más de medio siglo mantiene Estados Unidos contra el pueblo cubano.
De hecho en la nación andina existen muchos grupos de solidaridad con Cuba, agrupados en la Coordinadora Nacional, pero también hay un gran número de personas que igualmente demandan el cese de la unilateral y genocida medida.
Hoy Correa está entre nosotros para reiterar su agradecimiento a un hombre que como Fidel Castro fue siempre además de cubano, latinoamericano, y dedicó su vida a tejer lazos de amistad con nuestros hermanos del área para levantar una América Latina soberana e independiente como la soñaron nuestros próceres independentistas.