Por Arnaldo Musa
Los continuados arrestos de terroristas con importantes alijos de armas, la revelación de otro plan imperialista para desestabilizar al Gobierno Bolivariano y el masivo apoyo popular a la celebración de una asamblea constituyente marcan el panorama de un país que dejó de postrarse ante el imperialismo y la oligarquía financiera local.
Muchos de los terroristas detenidos son de origen colombiano, procedentes de grupos paramilitares que tanto han martirizado al pueblo hermano, hecho que ocurre tras la revelación hace unos días de la existencia de audios de conversaciones de miembros de células armadas vinculadas comprobadamente a la oposición.
Hace unas tardes, el vicepresidente Tareck El Aissami, explicó en una rueda de prensa televisiva, que, mediante una operación identificada como Zamora, el gobierno arrestó a ocho jefes de ese grupo terrorista, entre ellos Nixon Leal Toro, ligado al opositor partido Primero Justicia (PJ).
Además, fue incautado material explosivo, armas de fuego, municiones y uniformes militares, y algunos detenidos confesaron las intenciones que tenía dicha banda para atacar próximamente un cuartel militar localizado en el este de Caracas.
Igualmente, se encuentran detenidas otras 15 personas responsables de ataques a comercios, acciones vandálicas en la Autopista Francisco Fajardo y acciones de hostigamiento en las inmediaciones de las instalaciones del aeropuerto. Durante estas operaciones, varios efectivos de la Guardia Nacional resultaron heridos.
Lo más destacado de esa operación, según ha denunciado el vicepresidente venezolano, es que hay evidencias de que los detenidos de esas células mantienen fuertes vínculos con altos dirigentes de la ultraderecha e integrantes de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Precisamente, el gobierno ha invitado al MUD a dialogar, pero esta lo ha rechazado e incrementado las violentas manifestaciones callejeras, con saldo de decenas de muertos y cientos de heridos, además de graves daños materiales, por lo cual se convocó oficialmente a la Asamblea Nacional Constituyente para redactar una nueva Carta Magna.
APOYO EXTERNO
Que para algo sirven al Imperio las siete bases que tiene enclavadas en Colombia es el masivo flujo de apoyo con armas y hombres que están entrando a territorio venezolano, intentos hechos fallar numerosas veces por la combinación de milicianos y fuerzas armadas locales.
Información de Inteligencia y fotografías satelitales a lo largo de toda la frontera, en la localidad de Ragonvalia, del Departamento de Norte de Santander, en Colombia, revelan concentración de irregulares con abundante armamento militar y logística proporcionados por el Departamento de Estado y sus agencias de seguridad.
Lo mismo ocurre en otros límites con cientos de mercenarios listos para la guerra e invasión a Venezuela, en espera de las órdenes de la Agencia Central de Inteligencia.
La táctica de lucha que llevan a cabo los sectores ultraderechistas de oposición, con el apoyo de la oligarquía rica, es la utilización del llamado golpe suave o blando, consistente en el desorden público con “guarimbas” (quema de enseres y basura en la calles y barricadas), ensayada en los años 2002–2003 y ahora se repite con mayor organización de estos grupos y líderes entrenados por la CIA con recursos que llegan hasta los 1 700 millones de dólares.
La anterior administración norteamericana indicó que otros 3 000 millones de dólares podrán ser empleados al respecto, “para darles y financiarles su democracia que ellos quieren y su libertad”, según el entonces secretario de Estado, John Kerry.
POR EL CAMINO DE LA CONSTITUYENTE
El gobierno ha subrayado que seguirá por el camino de la Asamblea Nacional Constituyente, como vía para recobrar la paz y dirimir las diferencias.
Recordemos que desde el 2013 la oposición venezolana exigía convocar a una Asamblea Nacional Constituyente bajo el argumento de reconciliar al país. Esos mismos dirigentes políticos ahora la rechazan, cuando el mandatario Nicolás Maduro elige esa vía por la paz ante la negativa de diálogo de la derecha.
En ese entonces descollaron los dirigentes opositores Freddy Guevara, Luis Florido, María Corina Machado y Leopoldo López, este último actualmente preso por ser el responsable del plan golpista "La Salida", que dejó 43 muertos en Venezuela y más de 800 heridos.
Por eso, cuando el primero de mayo el presidente Nicolás Maduro convocó a una Asamblea Nacional Constituyente para la paz y el diálogo en el país, y explicó que la oposición rechazó las reiteradas invitaciones a continuar el diálogo y, en cambio, optó por activar un golpe de Estado continuado y llenar de violencia a Venezuela, Freddy Guevara dijo que la convocatoria es un "fraude", y llamó a más acciones de calles.
De esto se infiere que, así como fue necesario movilizarse para rescatar a Venezuela del golpe criminal orquestado por el Imperio, teniendo como cabeza a Carmona, se hace necesario refrendar el camino cívico militar del socialismo bolivariano, con una Constituyente de nuevo género.
Pero esto no es fácil, ni puede ser desordenado ante una oposición con traje de terrorismo, porque hay que expresar, en toda su potencia, el estado actual de la democracia participativa, completar las tareas de la Revolución y destruir todos los obstáculos interpuestos por una oposición con traje de terrorista.
(Tomado de Cubasí)