Por: Roberto Morejón
La sociedad cubana culminó una merecida jornada por el Día del Trabajador Tabacalero, celebrado el lunes, pues esa fuerza es clave en la industria, de marcada proyección en el mercado internacional.
Los experimentados labriegos, la mano de obra femenina que atiende las hojas de la solanácea en los aposentos y quienes elaboran a mano los conocidos habanos tipo Premium, realizan una ardua labor.
Ellos desafían sequías, efectos del cambio climático, plagas y otros acechos a la producción nacional de tabaco, elevan los rendimientos y
sostienen la calidad de la hoja y del producto final.
La cosecha de la actual temporada culminará en breve y se reportan altos acopios de los campesinos individuales y los asociados a las cooperativas.
Cuando el peculiar aroma del tabaco decae porque en las plantaciones se concluyen las faenas de recogida, ya se habla de que el país finalizará el período 2016-2017 con casi 30 mil toneladas de la hoja, seis mil más que en la etapa precedente.
Pinar del Río, considerada la meca de la calidad, cerrará la recolección después de que los vegueros de la zona sur lograran un aporte considerable y paliaran el déficit de los del norte, afectados por la sequía.
Los ojos del país se fijan en la región conocida como Vueltabajo porque es la mayor productora de hoja del país y allí se localizan las denominadas vegas de primera y segunda, que complementan el rigor de los habanos.
En varios municipios de Pinar del Río avanza el plan Virginia que aportará componentes a la fábrica de cigarrillos que la firma BRASCUBA levanta en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, al oeste de La Habana.
Cuando en el extremo occidental y en otras regiones se dan los toques finales a la cosecha, los técnicos y directivos trazan planes con vista a la próxima siembra, a iniciarse en octubre.
Los cubanos incrementarán en casi dos mil las áreas dedicadas a ese cultivo con el objetivo de atender las crecientes demandas de surtidos del mercado internacional.
La corporación Habanos Sociedad Anónima aumentó 5 por ciento sus ventas internacionales durante 2016 y alcanzó ingresos por cerca de 445 millones de dólares.
Con la buena cosecha actual podrán cubrirse los pedidos de las principales naciones consumidoras de los puros cubanos como España, Francia, China y Alemania, y de las emergentes como Europa del Este, Medio Oriente y Asia Pacífico.
Igualmente se atenderá la demanda de los ciudadanos estadounidenses de visita aquí, autorizados a importar con menos restricciones para su uso personal.
Los curtidos labriegos, beneficiadores de hojas y torcedores serán los encargados de continuar con los aciertos de la industria, con gran motivación y justamente remunerados.