por María Josefina Arce
Durante décadas se han forjado los lazos de América Latina y el Caribe con la UNESCO, Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que ahora en su sede en París, la capital francesa, acoge una semana dedicada a esa región.
En el caso de Cuba, integrante de la gran familia latinoamericana y caribeña y miembro activo de la UNESCO, estos nexos alcanzan un grado de excelencia, materializado en los múltiples proyectos conjuntos, en la cooperación y en el ambiente fraternal y abierto que caracteriza el diálogo entre el gobierno cubano y esa agencia de la ONU.
De hecho la directora general de la UNESCO, Irina Bokova ha visitado en varias ocasiones el territorio cubano, la última el pasado mes para promover la celebración en La Habana del Día Internacional del Jazz, un género musical que, como afirmara el ministro cubano de Cultura, Abel Prieto, está abierto al diálogo intercultural.
Asimismo el antecesor de Bokova, el japonés Koichiro Matsuura viajó a Cuba en 2009 para igualmente evaluar proyectos conjuntos y avanzar en la cooperación.
En 2017 se cumplen 70 años del establecimiento de las relaciones bilaterales, calificadas por ambas partes como muy dinámicas y fructíferas.
En reiteradas ocasiones la UNESCO ha reconocido la solidaridad internacional del pueblo cubano en diversas áreas como la educación y la cultura. En ese sentido ha destacado el método cubano de alfabetización Yo sí puedo, que ha permitido enseñar a leer y escribir a millones de personas en el mundo.
A raíz de la desaparición física el pasado 25 de noviembre del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, expresó la directora general de la UNESCO que el mundo perdía a un defensor incansable de los desheredados y de la educación como factor clave en el crecimiento cultural, social y humano de los pueblos.
Precisamente como parte de la Semana de América Latina y el Caribe, el intelectual español Ignacio Ramonet resaltó en París la amplia obra revolucionaria de Fidel Castro, quien, afirmó, impulsó profundas trasformaciones en Cuba y también en países de otros continentes.
Con el paso del tiempo todo ese movimiento trasformador puesto en marcha en Cuba se extendió a naciones de América Latina, Asia y África, donde Cuba ha llevado a sus médicos para atender a la población y a sus maestros para enseñar con el método de alfabetización Yo sí puedo, aseguró el intelectual español, radicado en Francia.
Cuba ha manifestado siempre su disposición de consolidar la cooperación con la UNESCO, posición ratificada por el presidente cubano, Raúl Castro, durante su visita el pasado año a la sede en París del organismo internacional.
“La UNESCO puede contar con la colaboración de Cuba para el desarrollo de la Educación, la Ciencia y la Cultura, que contribuyen al desarrollo de la humanidad, la libertad y el bienestar”, aseguró Raúl Castro.
La UNESCO por su parte, también ha manifestado su propósito de seguir apoyando a Cuba en cada paso del proceso de transformación que está en marcha, definido por el organismo como vital para la implementación de la nueva Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, una meta que la Mayor de las Antillas ha asumido con responsabilidad.