Por: Roberto Morejón
La rehabilitación de un dique en el sur del archipiélago cubano que frenará la penetración del mar y la salinización de las aguas subterráneas, se inscribe en los esfuerzos del país por contrarrestar los efectos del cambio climático.
Previo al Día Mundial del Medio Ambiente, fue inaugurada la recuperación capital del Dique Sur, obra hidráulica vital para la costa sureña del occidente cubano.
Se trata de zonas bajas expuestas a la elevación del nivel medio del mar que ahora contarán con una barrera rescatada de 51 kilómetros y una altura de dos metros, que facilita embalsar 45 millones de metros cúbicos de agua para consumo humano.
El recobrado Dique Sur regulará el escurrimiento de las aguas superficiales que escapan hacia el mar en un país cuyos científicos realizan estudios acuciosos sobre los daños del cambio climático.
Las indagaciones ponen de relieve que el ritmo de retroceso de la línea costera de playas arenosas se sitúa en 1,2 metros por año. Para 2050, la elevación del nivel medio del mar pudiera alcanzar hasta 27 centímetros y de ser así, la zona del litoral norte y los territorios aledaños a la Bahía de La Habana estarían en peligro.
Además, hoy los cubanos cuentan con 20 por ciento menos de agua que en 1990. Afectados por huracanes de alta intensidad desde 2001 y sequías como
la iniciada en 2014, aún reinante, los moradores de este archipiélago caribeño toman muy en serio las amenazas al entorno.
Los campesinos y técnicos agrícolas alertan sobre la extensión de la aridez de los suelos hacia el occidente de Cuba.
Los expertos indican igualmente comportamientos anómalos en la flora y la fauna y la alteración en las épocas migratorias de algunas especies.
Lo aconsejable entonces es estudiar las modalidades para adaptarse a las circunstancias cambiantes del medio ambiente.
A tal efecto juega un papel relevante la aprobación gubernamental de la Tarea Vida, un programa estatal para enfrentar el calentamiento global en zonas priorizadas.
Como parte de las políticas a desarrollar se siembran árboles y ya Cuba alcanzó en 2016 un índice de bosques de 31,1 por ciento, reflejo del crecimiento de las zonas verdes.
Instituciones como Planificación Física y Ciencia Tecnología y Medio Ambiente impulsan la rehabilitación de playas, de donde se eliminan edificaciones próximas al mar.
Ganan apogeo parques nacionales como el de Topes de Collantes, en la central provincia de Sancti Spíritus, el área protegida de mayor uso público en Cuba.
En coincidencia con el Día Mundial del Medio Ambiente, Cuba refrendó en Naciones Unidas su compromiso con la implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. La meta es promover el progreso humano inclusivo y la armonía con la naturaleza.