Por: Roberto morejón

La economía cubana, en busca de un crecimiento sostenido, necesita de la contribución de los jóvenes con preparación técnica y fortaleza física, como ocurre en cualquier país, aunque la presión aquí es añadida por el envejecimiento poblacional.

La Unión de Jóvenes Comunistas reafirmó  en una reciente reunión plenaria el énfasis de su trabajo en una mayor incorporación de los más bisoños, militantes o NO, a las tareas de impacto económico y social.

Algunos pasos positivos se han dado al reportarse una importante participación de la más joven generación en la recuperación de la industria de la caña de azúcar, tabaco y café así como la reconstrucción tras el paso del huracán Matthew.

Igualmente se valoró por las autoridades la cooperación de estudiantes universitarios en una comprobación nacional al control interno en materia económica y en las escuelas, para cubrir el déficit de maestros.

Sin embargo, resta una mayor movilización juvenil en la producción de alimentos, la eficiencia económica, la calidad de los servicios y la sustitución de importaciones.

Es significativa la falta de mano de obra principalmente de ese grupo etario en las montañas, dado el éxodo hacia ciudades, y por esa razón la fuerza laboral debe trasladarse desde otras zonas.

A tal efecto juegan su papel los activos o reuniones realizados por la Unión de Jóvenes Comunistas en el Ministerio de la Agricultura y el campesinado para afianzar las fuerzas productivas de más corta edad.

Más de 10 mil jóvenes de todas las provincias han participado en los activos y allí intercambiaron ideas e inquietudes con directivos de entidades y  organizaciones.

Los contactos con los jóvenes  son de interés porque debe crecer su participación en la economía directa.

Hasta ahora, 31 por ciento de la fuerza laboral del país son jóvenes de los cuales 24 por ciento se desempeñan en la rama NO estatal, una forma de gestión de gran interés porque permite acceder a salarios más altos.

Pero las empresas estatales, en tránsito hacia una mayor autonomía, requieren de creciente fuerza novel que pudiera ser captada ante la posibilidad de una mayor distribución de utilidades, si se cumplen los parámetros productivos.

En un escenario económico complejo porque Cuba aspira en condiciones difíciles a un crecimiento de 2 por ciento, la Unión de Jóvenes Comunistas trata de llegar con su labor política a todos los segmentos poblacionales de menos edad.

Se aspira a que las nuevas generaciones aporten marcadamente al desarrollo sostenible, fortalezcan los valores esenciales como ciudadanos y su calificación técnica, fundamentales para el enaltecedor discurso político y una práctica cotidiana de igual proyección.