Donald Trump atrasó su reloj

Editado por Leanne González
2017-06-17 11:10:57

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foto de archivo

En un discurso evidentemente mal asesorado y con una profunda ignorancia sobre la historia y la actualidad del pueblo de Cuba, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una confusa y contradictoria nueva política de su gobierno hacia el archipiélago caribeño, que ocasionará daños económicos a las empresas norteamericanas y restricciones a los derechos de sus ciudadanos.

El su tono el jefe de la Casa Blanca retrocedió el reloj hacia los años de la guerra fría, con una retórica destinada a endulzar los oídos de su audiencia en el acto en la ciudad de Miami, formada por grupos de nostálgicos contrarrevolucionarios azuzados por políticos ultra derechistas que buscan un nicho en esa administración.

Trump, ante el delirio de su auditorio, anunció la reversión de los avances logrados entre ambos países a partir del 17 de diciembre de 2014. Fueron abajo, entre otras cosas, los viajes particulares de estadounidenses con fines educativos, se pusieron obstáculos a vínculos comerciales con determinadas empresas públicas cubanas y se anunció que se incrementará el criminal bloqueo económico, comercial y financiero.

Se mantienen las relaciones diplomáticas, los viajes y el envío de remesas familiares por cubanos residentes en Estados Unidos, la eliminación de la política migratoria de “pies secos, pies mojados” y otros acuerdos alcanzados en diversas materias.

El presidente de la organización Engage Cuba, James Williams, dijo en una primera reacción que estos cambios significarán pérdidas por miles de millones de dólares a la economía de Estados Unidos.

En efecto, el señor Trump limita a las empresas de su país y deja abierto el campo a competidores de otros lugares, como señaló un artículo publicado el viernes por el diario francés especializado en asuntos económicos Les Echos, donde explica cómo varias firmas del país europeo se han posicionado en el mercado turístico cubano.

Entre ellas figura el grupo Corsair, principal turoperador francés, que inauguró el 18 de junio su vuelo directo París-La Habana y considera a la nación antillana como el cuarto destino turístico de largo alcance preferido por los franceses.

Otra es la corporación Bouygues, que desarrolla programas inmobiliarios vinculados con el turismo cubano. Ambas firmas están de plácemes porque Trump mantiene alejadas de un mercado de gran potencial a las empresas de capital norteamericano.

En Cuba el reloj sigue dando la hora exacta, como se demostró en una declaración del gobierno publicada tras el estrambótico discurso del presidente norteamericano, y que por razones de tiempo y espacio requerirá análisis aparte.

Los anuncios de Trump, dice el documento, contradicen el apoyo mayoritario de la opinión pública estadounidense, incluyendo el de la emigración cubana en ese país, al levantamiento total del bloqueo y a las relaciones normales entre las dos naciones.

El gobierno de Cuba reiteró su disposición de mantener un diálogo respetuoso, cooperar y convivir civilizadamente con su vecino del norte, pero no debe esperarse de ninguna manera que para ello realice concesiones inherentes a su soberanía e independencia, ni acepte condicionamientos de ninguna índole. Cuba es un país libre y su destino se decide aquí, con su pueblo, que disfruta garantías y derechos que son un sueño en otras partes del mundo.

por : G. A



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