Una Venezuela digna y soberana

Editado por Maria Calvo
2017-06-21 11:36:30

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por María Josefina Arce

Digna, soberana e independiente fue la presencia de Venezuela en el balneario mexicano de Cancún, donde denunció los sucios manejos a los que se presta la OEA, Organización de Estados Americanos, y algunas de las naciones que integran este sistema interamericano, sujeto a la extorsión, chantaje y presión de Estados Unidos.

En el fallido encuentro de cancilleres volvieron a fracasar los intentos de varios países latinoamericanos de condenar a la nación sudamericana y de querer intervenir en los asuntos internos de los venezolanos a quienes solamente, corresponde el derecho de hallar una solución a sus problemas.

Resulta bochornoso que algunos se presten a los rejuegos de Estados Unidos, que en la actualidad estudia imponer nuevas medidas contra Caracas Hace menos de un mes, el Departamento del Tesoro ya impuso sanciones a varios jueces del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, por usurpar, dijo, la autoridad" de la Asamblea Nacional, un órgano que se ha dedicado en los últimos tiempos a sembrar el caos y no aprobar ninguna ley a favor del pueblo venezolano.

Lamentable es que uno de estos países que se ha unido a esa farsa contra Venezuela sea México, al que precisamente la nueva administración del poderoso vecino del Norte ha insultado al llamar criminales y violadores a los inmigrantes mexicanos y querer construir un muro en la frontera común, que en un primer momento pretendía que financiara la nación azteca.

La llegada a la cancillería de México de Luis Videgaray ha marcado un giro de 180 grados en la política mexicana. De hecho fue el supuesto artífice del criticado encuentro de Trump, cuando era candidato presidencial por el Partido Republicano, con el primer mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto.

México que en el pasado dio en varias ocasiones muestras de total soberanía al no acatar los dictámenes de Estados Unidos, ahora en un total olvido de su propia situación interna, cuestiona a otras naciones y dice que es necesario el absoluto respeto de los derechos humanos. Se le olvidó al secretario de Relaciones Exteriores de México la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, un caso manipulado por la justicia mexicana y que la sociedad no olvida.

Tampoco cuentan las mujeres que diariamente son asesinadas en esa nación centroamericana y los periodistas que pierden la vida por tratar de cumplir con su trabajo.

Son muchas las pajas en el ojo propio para buscar las del ajeno y menos para plegarse a las órdenes y presiones de Estados Unidos, que tiene en la OEA un instrumento de chantaje idóneo para preservar sus intereses hegemónicos.

Pues todos sabemos que el organismo es sólo eso y su accionar amenaza la paz y seguridad regional. La realidad es que en estos últimos tiempos ha hecho aún más gala la OEA de aquel calificativo que le diera el canciller cubano Raúl Roa: un ministerio de colonias yanquis.

Pero Venezuela, con toda la moral que le confieren los logros sociales de la Revolución Bolivariana, acudió a Cancún para defender el derecho de su pueblo a resolver sus propios problemas y escoger su sistema político.

Venezuela ya anunció su salida del desacreditado organismo regional, pero en su breve participación en el encuentro del balneario mexicano dejó una profunda huella, pues asistió a la convocatoria de la OEA para presentar 10 proyectos de resolución, que calificó como una agenda constructiva para una organización que se resiste a atender el llamado de los pueblo.

 



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