Por: Guillermo Alvarado
La Organización Mundial de la Salud, OMS, confirmó que Yemen sufre la peor epidemia de cólera de todo el planeta, con un promedio inusitado de cinco mil nuevos casos cada día, mil 300 fallecidos por la enfermedad y una dramática imposibilidad de contener el avance del mal por la guerra que azota al país, la cual entró ya en su tercer año sin una salida a la vista.
Desde que el 27 de abril se declaró el brote, suman ya más de 200 mil los infectados, una cifra preocupante porque cerca de la mitad, el 41,3 por ciento, son niños que tienen menos capacidad para resistir los síntomas, de manera particular los vómitos y las diarreas intensas.
El crecimiento acelerado de los contagios tiene su explicación por la devastación causada tras el enfrentamiento de las tropas rebeldes hutíes y el ejército gubernamental apoyado por una coalición internacional encabezada por Arabia Saudita con el apoyo de Estados Unidos.
Antes de la guerra Yemen era el país más pobre de la región y ahora prácticamente todo su tejido económico y social se ha desplomado y una buena parte de la escasa infraestructura sanitaria quedó destruida o carece de personal para ponerla en funcionamiento. Médicos y enfermeros dejaron de cobrar sus salarios hace diez meses y muchos abandonaron sus puestos.
A los pocos lugares abiertos al público, acuden enfermos de cólera de los cuatro puntos cardinales, pues la epidemia abarca ya a todas las provincias, indicó la OMS.
Esta es una de las razones por las que la enfermedad se extiende a un ritmo implacable y su elevada letalidad está en función directa con la crisis humanitaria, sobre todo la falta de alimentos que causa desnutrición y vuelve a las personas más vulnerables ante este tipo de padecimiento.
El cólera en su fase inicial es fácilmente curable y bastan unas pocas dosis de sueros de rehidratación oral para estabilizar a los enfermos e incluso en los casos graves la hidratación por vía endovenosa suele ser exitosa, pero el punto es que en Yemen falta de todo eso a causa de la guerra.
La OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, hicieron varios llamados a la comunidad internacional para presionar y poner fin al conflicto armado y brindar la ayuda indispensable, tanto en equipos, medios y personal, para salvar decenas de miles de vidas.
Al aproximarse la temporada de lluvias el contagio del cólera puede ser aún más acelerado, en un país que prácticamente carece de un sistema de alcantarillado funcional y donde casi 14 millones de personas tienen serias dificultades para acceder al agua potable y sufren hambre y al menos medio millón de niños tienen desnutrición aguda.
La situación humanitaria en Yemen es dramática, pero de no hacer nada en el corto plazo se tornará catastrófica ante la mirada atónita de un mundo que pareciera incapaz de reaccionar o de comprender la realidad de lo que está ocurriendo en ese país, donde millones de personas pudieran encaminarse a su extinción.