“A nuestro país, férreamente bloqueado, no le sobra ningún recurso, más bien le falta de todo, pero está dispuesto a compartir su pobreza con los que tienen menos”, ha manifestado el presidente cubano, Raúl Castro.

Y lo cierto es que Cuba ha convertido la solidaridad en una prioridad de su política internacional, aún cuando las medidas coercitivas y unilaterales de Estados Unidos. limitan el desarrollo económico del pueblo.

En la ONU naciones miembros de ese organismo internacional han destacado que desde la entrada de Cuba y su política solidaria al escenario mundial, los países tienen un ejemplo de entrega y compromiso con la humanidad.

A lo largo de los años desde el triunfo de la revolución la Mayor de las Antillas no ha dejado de prestar su ayuda a todo pueblo que lo necesite. Encomiable es la labor de los profesionales cubanos de la salud que desde hace más de 50 años, mediante la colaboración médica internacional han contribuido a elevar los indicadores sanitarios y salvar innumerables vidas en diversos parajes de la geografía internacional.

Los médicos cubanos han estado presentes en la lucha contra dos epidemias que han afectado al mundo: el cólera en Haití, tras el devastador terremoto en 2010, y el ébola en África Occidental.

En Haití estaban los médicos cubanos mucho antes del fuerte sismo, mientras que con el ébola Cuba fue la primera nación del mundo en responder al llamado de la ONU y la Organización Mundial de la Salud para combatir la enfermedad.

Los 250 profesionales que conformaron el contingente que marchó a Äfrica en apenas cinco meses salvaron la vida a más de 400 personas en Sierre Leona, Guinea y Liberia.

La valiosa labor cubana ha sido reconocida en numerosas ocasiones. De hecho la Organización Mundial de la Salud otorgó el Premio de Salud Pública al contingente médico cubano Henry Reeve, en reconocimiento a su labor solidaria internacional para el enfrentamiento de desastres naturales y epidemias graves.

El hecho es que desde su conformación en 2005, por iniciativa del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, ha estado presente en cada país víctima de un desastre natural como terremotos e inundaciones.

La solidaridad cubana también se expresa en la esfera de la educación, en la que ha contribuido a la lucha contra el analfabetismo en el mundo, con la puesta en práctica en numerosas naciones del método “Yo sí puedo”, con el que han aprendido a leer y escribir a cerca de diez millones de personas.

Asimismo ha contribuido a la formación de más de 56 MIL profesionales de 138 países, amparados en acuerdos gubernamentales.

De hecho la experta independiente sobre derechos humanos y solidaridad internacional de Naciones Unidas, Virginia Dandan, en su recién concluida visita a Cuba destacó la formación de recursos humanos extranjeros en Cuba y la experiencia del país en esa esfera.

Sobre la base de la vocación solidaria del pueblo cubano y su Revolución y del principio de no dar lo que le sobra, sino compartir lo que tiene con los más necesitados, Cuba ha llevado esperanza y vida a muchas naciones del mundo.

Por María Josefina Arce.