Por Nicanor León Cotayo
La Casa Blanca eliminó este martes un programa destinado a suavizar calamidades de quienes fueron llevados a Estados Unidos cuando eran infantes.
El anuncio corrió a cargo en rueda de prensa del secretario de Justicia, Jeff Sessions, un ardiente enemigo de los inmigrantes.
Agregó que dan seis meses al Congreso para buscar una alternativa, hoy vista como incierta.
La agencia española EFE recordó que el citado programa, (DACA según le dicen), obra de Barack Obama, evitó la deportación de aproximadamente 800 000 chicos indocumentados.
Una de las primeras reacciones tuvo lugar este martes cuando jóvenes de esas características expresaron su indignación por lo sucedido.
Desde Washington, la Associated Press (AP), reflejó algunas de ellas.
“Deben darse cuenta de que lo que están haciendo está mal”, dijo Karen Marín, una estudiante de 26 años en el Bronx Community College de Nueva York.
Ella, dijo la agencia, se enteró de la noticia durante una clase de física e intenta recuperarse luego del golpe emocional recibido.
En Miami, la colombiana Paola Martínez “sollozó al enterarse de la decisión, y reconoció sentirse impotente”.
Añadió que lo acaecido es un paso atrás, “viviré en las sombras” una vez que expire mi permiso de trabajo.
Otros medios reportaron el estallido de protestas en ciudades del país, incluyendo una en la Torre Trump de Manhattan, donde más de 30 personas fueron arrestadas.
Cientos de maestros y estudiantes hicieron lo mismo en las afueras de la Universidad Estatal Metro, en Denver.
Los manifestantes llevaban carteles que decían:
“Acepta mi resistencia y prevé mi resistencia, así como no racismo, no deportaciones”.
Así las cosas, se unió al rechazo el ex presidente Barack Obama, quien a través de un comunicado valoró lo decidido de “cruel y autodestructivo”.
Otro asunto muy difícil a la cuenta del inventario cada vez más enredado que sufre la titulada Administración Trump.
(Tomado de Cubasí)