México, pobreza y desastres

Editado por Jessica Arroyo Malvarez
2017-09-13 09:32:06

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México sufrió recientemente el más violento terremoto del último siglo y aunque el sismo fue sensible en una buena parte del territorio, los daños humanos y materiales se concentraron en dos estados del sureste, Oaxaca y Chiapas, que son también los que concentran los indicadores de pobreza y abandono más elevados de esa nación.

Una vez más se puso en evidencia ese siniestro nexo que existe entre pobreza y desastres que de alguna manera se repite en varios lugares del planeta. Del casi centenar de fallecidos por el temblor de tierra, 76 se concentran en Oaxaca y otros 16 ocurrieron en Chiapas, estado éste último donde más de 40 mil viviendas resultaron dañadas o fueron destruidas por completo.

Se pudo constatar que se trata en casi todos los casos de pequeñas comunidades agrícolas habitadas por campesinos indígenas o pueblos de pescadores cercanos al litoral del océano Pacífico, que ahora están a la espera de que se cumplan las promesas del gobierno de atender sus urgentes necesidades de refugio, alimentación y servicios de salud.

El mismo presidente Enrique Peña Nieto cuando visitó la región pudo comprobar que antes del terremoto ya la vida era muy difícil en estos lugares, lo que resumió con una sola frase: ya estaban mal y ahora quedaron peor.

Y es que la pobreza es un mal endémico en México que, paradójicamente, cuenta con valiosos recursos naturales que podrían bastar para que toda su población disfrutara de un elevado nivel de vida y confort, pero desgraciadamente las desigualdades alcanzan niveles sorprendentes.

Un estudio publicado la víspera por la organización no gubernamental Oxfam ofrece datos demoledores, entre ellos que los ingresos de los 12 millones de mexicanos más ricos son 23 veces más altos que los de los 84 millones más pobres.

Esta proporción prácticamente no cambió en los últimos años. Entre 2014 y 2016 el ingreso de los más acomodados tuvo un aumento promedio de 100 pesos diarios, mientras entre los más necesitados este fue de solo 10 pesos, insuficientes para comprar un kilogramo de tortillas de maíz que constituyen el alimento básico.

Las desigualdades se ven incrementadas por la corrupción y otro tipo de negocios ilícitos que favorecen a los que más tienen. Diego Vázquez, gerente de investigación de Oxfam explicó que los 35 mil 421 millones de pesos que se robó Javier Duarte, exgobernador del estado de Veracrúz, actualmente en prisión, equivalen al ingreso de los 12 millones de habitantes más pobres de todo el país.

Cuando se analiza cómo los multimillonarios multiplican su riqueza, se observa que en muchos casos esto proviene de privilegios, como elevadas exoneraciones de impuestos y colusión con sectores del poder político.

Al paso en que van las cosas, México va a necesitar la bicoca de 120 años para que la tendencia en las desigualdades comience a invertirse, es decir más o menos para el año 2136, casi nada.

Mientras tanto, cada vez que ocurra un desastre, seguirán siendo los pobres quienes paguen el mayor costo en cuanto a vidas, sufrimientos y pérdidas, mientras los privilegiados apenas si se enterarán por las noticias de lo ocurrido.



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