Colombia no descansa en su búsqueda de la paz completa

Editado por Maite González Martínez
2017-10-03 10:59:56

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Por María Josefina Arce.

Aún falta mucho camino por recorrer, que además no se vislumbra fácil, pero la tregua, de carácter bilateral, nacional y temporal, pactada por el gobierno de Colombia y el insurgente ELN, Ejército de Liberación Nacional, es sin dudas, un paso de gran trascendencia.

Es este un resultado concreto en el camino hacia la paz completa y duradera de las negociaciones de paz que desde febrero pasado desarrollan las dos partes en Quito, Ecuador.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, agradeció a Naciones Unidas y a la Iglesia católica por su contribución en el proceso de paz en Colombia, lo mismo que a los países garantes: Brasil, Chile, Cuba, Venezuela y Noruega, y en particular a Ecuador, anfitrión de los diálogos con el ELN.

Este cese del fuego, que se inició el pasado domingo y se extenderá hasta enero de 2018, es un mensaje alentador para la sociedad colombiana, que acogió con júbilo el acuerdo de paz suscrito el pasado año entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la otrora rebelde Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, hoy convertida en partido político.

El acuerdo de 2016, luego de cuatro años de negociaciones, puso fin a un conflicto armado de más de medio siglo que dejó cerca de 220 MIL muertos y millones de desplazados.

La tregua pactada ahora con el ELN, es a juicio de Juan Camilo Restrepo, jefe negociador del gobierno colombiano en la mesa de negociaciones en Quito, un hecho significativo, el primer acuerdo firmado tendiente a la paz con el ELN en 54 años de vida de esta guerrilla.

Un mecanismo conformado por representantes del gobierno, del ELN, la ONU y la Iglesia católica verificará sobre el terreno el cumplimiento de la tregua bilateral.

Según se conoció, Naciones Unidas tendrá observadores en 33 lugares del país, especialmente en los más afectados por el conflicto como Arauca y el Chocó, donde los índices de pobreza, analfabetismo, enfermedades y violencia son más altos que en el resto del país sudamericano.

El cese de las hostilidades posibilitará sobre todo, un alivio humanitario para la población civil, que es la que más sufre la guerra, al tiempo que el gobierno se compromete a proteger de mejor manera a los líderes sociales y a iniciar un proceso de consultas con la sociedad, que es el punto número uno de la agenda de diálogos e implica su participación con unas audiencias en Quito.

Aunque la medida tiene un carácter temporal, las partes decidieron hacer una evaluación posterior que podría conducir a una prórroga de la tregua y continuar en el camino hacia una paz completa y duradera.

Colombia tiene una nueva oportunidad que no debe desaprovechar. Si ambas partes cumplen con el compromiso asumido se podrá avanzar en las conversaciones en Quito y de ese modo, afianzar la paz en la nación.



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