Por Roberto Morejón
El aumento sostenido de la entrada de pasajeros a Cuba, por razones de recreo o negocios, lleva el respaldo de un desarrollo veloz de las operaciones aéreas, y en ese sentido es oportuno para la mayor de las Antillas y sus vecinos el inicio de una conexión con Trinidad Tobago.
La aerolínea regional Caribbean Airlines, con base en el aeropuerto principal de Puerto España, capital de Trinidad Tobago, comenzó a volar dos veces por semana a La Habana, un hecho importante en el orden bilateral y caribeño.
Con la incorporación de esa entidad, suman nueve las compañías aéreas de los vecinos con itinerarios abiertos a Cuba.
Paralelamente continuaron los esfuerzos de la corporación Cubana de Aviación por alcanzar aeropuertos cercanos, como se concretó hacia República Dominicana, Martinica, Guadalupe y Haití.
Tanto los enlaces inaugurados por la aerolínea local como los de Estados caribeños hacia La Habana y otras ciudades de la mayor de las Antillas representan asimismo pasos seguros hacia una conectividad superior en la zona, hasta ahora insuficiente.
La Asociación de Estados del Caribe, la Comunidad del Caribe y los gobiernos de los pequeños Estados insulares insistieron siempre en la necesidad de esforzarse conjuntamente para tender puentes por vía aérea.
Ocurre que es más fácil volar desde cualquiera de esas diminutas islas hacia Europa que a los vecinos por la pesada herencia colonial aún latente que favorecía los intercambios con la antigua metrópoli.
Pero son otros los tiempos, las naciones de esta parte del mundo son independientes y se proponen con acierto desarrollar la colaboración que NO debe circunscribirse al Viejo Continente.
En ese sentido fue muy importante que en la sexta cumbre CARICOM-Cuba efectuada en diciembre último en Antigua y Barbuda las partes firmaran un memorando de entendimiento para promover el multidestino como plataforma para desarrollar el turismo, el comercio y la cultura.
Esa necesidad se hace más apremiante con el paso de devastadores huracanes que, como María e Irma en 2017, arrasaron algunos Estados insulares, y en casos como ese es imperativo asegurar canales aéreos.
Más nexos de esa característica son imprescindibles para una región con movimientos marítimos pequeños pues las grandes navieras le prestan poca atención.
Como se sabe, el impulso a un turismo sostenible basado en la colaboración e integración como vía de desarrollo económico está en el horizonte de los países caribeños.
Pero ese loable objetivo NO puede concretarse sin vínculos por aire, de ahí la importancia del paso modesto, pero certero, al originarse vuelos directos entre La Habana y Puerto España.