Por: Guillermo Alvarado
Las primeras horas de vida del Petro, la criptomoneda, o moneda virtual, que el gobierno de Venezuela puso a disposición de los inversionistas en la etapa de preventa fueron fructuosas y alcanzaron una recaudación de 735 millones de dólares, anunció el presidente de la nación bolivariana, Nicolás Maduro, que calificó el hecho como “un tremendo golpe, un bombazo”.
Monedas virtuales hay muchas y la más conocida es el denominado “Bitcoin”, pero en el caso particular del Petro, esta es la primera que resulta lanzada por un gobierno y que tiene como respaldo la riqueza petrolera del país que acumula las mayores reservas mundiales de hidrocarburos.
Para muchos que no somos especialistas en este aspecto del universo virtual, que cada vez ocupa mayor lugar en la realidad, conviene recordar que una criptomoneda es un medio digital de intercambio, esto es dinero virtual, que puede ser utilizado para comprar y vender productos y servicios, siempre y cuando sea aceptado por una comunidad determinada.
De acuerdo con la definición aportada por el Banco Central Europeo, se trata de "una representación digital de valor, que no es emitido por un banco central o una autoridad pública, ni necesariamente conectada a un dinero fiduciario, pero es aceptado por personas naturales o jurídicas como medio de pago y puede ser transferido, almacenado o intercambiado electrónicamente". Es decir que cualquiera con acceso a internet puede participar en este nuevo tipo de comercio.
No es más que una nueva forma convencional de dinero, como en su momento lo fueron el pagaré, el cheque o las tarjetas de débito y crédito, con la diferencia de que no está sujeta a regulaciones públicas o internacionales y depende de la aceptación y confianza que despierte entre quienes se decidan a aceptarla.
Y esto es mucho más que un detalle, porque significa que su circulación no puede ser bloqueada por ningún Estado u organismo porque no obedece a ningún aparato regulador, sino a la voluntad de quienes se sumen a su uso.
En el caso del Petro, la garantía está en las reservas de crudo comprobadas internacionalmente y su precio está vinculado al de un barril de petróleo venezolano, que en la actualidad ronda los 60 dólares estadounidenses.
Quiere decir que la primera emisión de 100 millones de Petros representará en el mercado un valor estimado de 6 mil millones de dólares, ajenos al bloqueo financiero que Estados Unidos y la Unión Europea aplican para ahogar la economía del país.
El gobierno de Maduro anunció que una parte de las operaciones de la estatal PDVSA y otras empresas vinculadas al sector energético se realizarán en Petros, y que también el combustible para las aerolíneas y otros servicios turísticos podrán abonarse en la criptomoneda, que será aceptada asimismo para el pago de impuestos de ciudadanos que, previamente, la hayan adquirido en el mercado virtual.
Al menos cinco mil personas fueron certificadas para explotar el Petro a nivel nacional, en lo que significa un nuevo tiempo económico que pone a Venezuela en la vanguardia de esta novedosa arquitectura financiera mundial, llamada a romper la hegemonía del dólar y los abusos del gobierno estadounidense.