Por Roberto Morejón (RHC)
Los expresidentes de Bolivia, Jorge Quiroga, y de Colombia, Andrés Pastrana, quienes fracasaron en su intentona de montar una provocación anticubana, tienen un largo historial al servicio del conservadurismo en América Latina.
Ambos tratan de cubrirse con el ropaje de demócratas, pero sus acciones los contradicen.
Jorge Quiroga estuvo vinculado en su país al surgimiento de Acción Democrática Nacionalista en mil 979.
El partido tuvo una raíz fascista y se ligó al ex dictador Hugo Bánzer, empeñado en “limpiar” su imagen y ejecutar un programa económico neoliberal del que también Quiroga era abanderado.
Después de una enfermedad que impidió a Bánzer continuar como Jefe de Estado, su puesto lo ocupó su vicepresidente, Jorge Quiroga, aunque solo por un año, al concluir en 2002, tiempo suficiente para privatizar empresas estatales.
Luego sirvió a las peores causas, entre ellas la oposición insensata al popular presidente de Bolivia, Evo Morales, y se unió a otros ex primeros mandatarios para mancillar a gobiernos progresistas y obstaculizar la integración latinoamericana.
Hablamos de la llamada IDEA, Iniciativa Democrática de España y las Américas, a la que también pertenece el expresidente colombiano Andrés Pastrana, involucrado junto a Quiroga en el conciliábulo para entorpecer las relaciones de Cuba con sus vecinos.
Andrés Pastrana gobernó Colombia entre mil 998 y 2002 y si bien hizo un aparente intento por conversar con los rebeldes, suspendió el diálogo y abrió las puertas nuevamente a la violencia.
Militante de la conservadora Nueva Fuerza Democrática, Pastrana reemplazó un inefectivo Plan Nacional de Desarrollo por el tristemente célebre Plan Colombia, intervencionista mecanismo de Estados Unidos que agudizó la violencia con la excusa de combatir el narcotráfico.
Con el paso de los años, Pastrana se hundió en los senderos conspirativos contra el gobierno constitucional de Venezuela.
Quiroga y Pastrana apuntalan al cabecilla Leopoldo López, instigador de las llamadas guarimbas en Venezuela que cobraron más de un centenar de vidas en 2017.
Igualmente se oponen ferozmente a la participación de la denominada Mesa de la Unidad Democrática en las elecciones o en el diálogo con Nicolás Maduro.
Pastrana, un crítico del proceso de paz entre el gobierno colombiano y la otrora guerrilla FARC, recibió efusivamente en Madrid en 2017 al prófugo de la justicia venezolana Antonio Ledezma, detenido por promover la violencia.
La procedencia conservadora de Jorge Quiroga y Andrés Pastrana los condujo a secundar las gestiones desestabilizadoras de Estados Unidos y del secretario general de la OEA, Luis Almagro, instigador del derrocamiento del gobierno venezolano y de intrigas provocadoras contra Cuba.