Por María Josefina Arce (RHC)
Cuba está inmersa en un ambicioso proyecto de modernización de su infraestructura portuaria para impulsar el desarrollo económico del país, una meta contenida en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobados en 2011.
Al remozado puerto del Mariel y la apertura de la Zona Especial de Desarrollo, en el occidente del país y catalogado como el motor impulsor de la economía cubana, se suman las obras que se realizan en las radas de Santiago de Cuba y Nuevitas, esta última en la provincia de Camagüey.
Para mediados de este año estarán concluidas las obras en Santiago de Cuba, donde está previsto que se puedan operar 565.000 toneladas anualmente, entre mercancía general, contenedores y productos a granel, con lo que se convertirá en el segundo puerto en importancia del archipiélago cubano.
Una empresa china es la encargada de los trabajos en la bahía santiaguera, donde se realizaron labores de dragado para posibilitar el acceso al nuevo muelle de buques de hasta 55.000 toneladas, lo que supera ampliamente los de un máximo de 30.000 que se operan en la actualidad.
La introducción de equipamiento de alta tecnología como tres grúas pórticos dotará al puerto santiaguero asimismo, de facilidades de las que hasta hoy no disponía para la manipulación de mercancías en el oriente cubano.
La línea de crédito otorgada por China para la remodelación de esta terminal es parte de los 29 acuerdos de cooperación suscritos entre los gobiernos de La Habana y Pekín, durante la visita a territorio cubano en 2014 del presidente chino Xi Jinping.
Las autoridades cubanas estiman que la nueva instalación será un espacio eficaz para promover las exportaciones de bienes y servicios de las cinco provincias orientales y favorecer la sustitución de importaciones, en una constante articulación con el comercio internacional y la economía interna.
Como parte del objetivo de Cuba de remodelar su infraestructura portuaria en la provincia de Camaguey también se trabaja arduamente para convertir a Puerto Angola entre los cinco de mayor importancia del país caribeño.
Alrededor de 40 millones de dólares se invertirán en esta obra que contará con dos muelles costeros y uno para cruceros, actividad que se potencia en el país en aras de incrementar los ingresos.
La terminal contará con un incinerador para los desechos sólidos para cumplir con la protección del medio ambiente, requisito indispensable para lograr acuerdos comerciales, aseguran las autoridades.
El puerto tiene posibilidad instalada para trasladar cargas por ferrocarril y por carretera, vías que se mejorarán en aras de dinamizar todo el proceso.
Para el Grupo Empresarial Marítimo Portuario potenciar a Puerto Angola es una necesidad, pues así el país contará con dos radas de calibre por el norte y dos por el sur; con ello se ahorrarán grandes sumas por concepto de pronto despacho a los barcos.
La modernización de los puertos cubanos tiene un gran impacto social, pues además de ampliar los servicios y las operaciones se crearán cientos de empleos en las actividades portuarias y en otras relacionadas lo que sin dudas, redundará en beneficio de las comunidades en las que están enclavadas estas obras.
Cuba apuesta por reducir la permanencia de los buques en sus puertos, agilizar la carga y descarga de mercancías, así como su traslado a las diversas zonas del país, en aras de disminuir gastos y buscar una mayor entrada de fondos para obras económicas y sociales que redundarán en el incremento del bienestar de todos los cubanos.