Por Guillermo Alvarado
La red social Facebook atrae a sus cientos, quizás miles, de millones de usuarios en todo el mundo con la oferta de que es gratis y lo seguirá siendo toda la vida, pero olvida contar que detrás de esa fachada se esconde un negocio que sólo en 2017 generó ganancias por unos 16 mil millones de dólares y su creador, Marck Zukerberg, es uno de los hombres más ricos de la humanidad.
Se dice que en la política y el comercio no hay almuerzo gratuito y sería de una gran ingenuidad creer de verdad que esto ocurre con una plataforma que permite a las personas conectarse en la distancia, intercambiar mensajes, imágenes, fotografías y casi todo lo que a uno se le pueda ocurrir en el ámbito de la comunicación normal.
La verdad es que cuando usted interactúa por esta red, está entregando algo que tiene un valor extraordinariamente alto. Bien visto, facebook es gratis, pero sale caro.
En este mecanismo la mercancía principal, amigo oyente o lector, son sus datos, esos que usted da generalmente sin cuidado alguno cada vez que hace click en la tecla de “me gusta”, pone esas caritas expresivas llamadas “emoticones”, comparte un contenido o hace cualquier otra operación.
Como decía en comentario anterior, paulatinamente va dibujando un retrato de sí mismo que permite conocer que lee, busca, compra, prefiere. Un retrato tan perfecto que quienes manejan las redes sociales lo llegan a conocer mejor que sus propios padres.
Eso, es justamente lo que venden las redes, y lo hacen caro. El matemático británico Clive Humby dijo en 2006 que "Los datos son el petróleo de hoy. Tienen mucho valor, pero si no se refinan no se pueden utilizar".
La gran refinería es facebook. Y lo más curioso es que se trata de un comercio multimillonario donde la gente participa de manera incauta, pensando alegremente que se está beneficiando de un servicio muy eficiente y gratuito.
Además, por hoy es perfectamente legal por dos razones fundamentales. La primera es que usted entrega voluntariamente sus datos, sea que se dé cuenta o no. La segunda es que facebook no vende directamente su información personal, sino el acceso a ella, allí donde usted mismo la puso. De manera muy inteligente, Zukerberg se hizo multimillonario aprovechando los vacíos legales en un mundo nuevo, aún no estudiado ni regulado a fondo.
Por eso, al destaparse el escándalo del robo de millones de datos para favorecer la elección del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hay mucho descontento, pero pocas posibilidades de una acción legal.
Como se recordará, la empresa Cambridge Analytica filtró esa información gracias a una aplicación llamada This is your digital life, “Esta es su vida digital”, creada por el profesor Aleksandr Kogan. Esto les permitió fabricar perfiles psicológicos de los usuarios para inducir el voto por Trump.
El negocio redondo: nos vigilan, nos moldean la mente con los datos que les regalamos, nos inducen a consumir, o a votar, por determinados productos o personas, y encima nos convencen de que todo es gratis. Fácil, ¿no?