Por: María Josefina Arce.

Cuba no ha dejado de alzar su voz en los diversos foros internacionales a favor de los palestinos y su justa causa. De ahí que en la 138 Asamblea de la Unión Interparlamentaria también dejó clara su postura en defensa de Palestina, ocupada por Israel desde 1967, y sometida además a una colonización mediante la construcción de asentamientos.

La presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales del Parlamento de la mayor de las Antillas, Yolanda Ferrer, rechazó en Ginebra la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como capital israelí, una posición criticada en diciembre pasado en la Asamblea General de la ONU por 128 de sus países miembros.

La Mayor de las Antillas volvió a exigir el respeto a los derechos de los palestinos, al tiempo que condenó los crímenes que en su contra se cometen diariamente por las fuerzas israelíes de ocupación.

La realidad es que la comunidad internacional tiene una deuda histórica con el pueblo palestino, que ha sufrido durante medio siglo de ocupación castigos colectivos, represión, confiscación de tierras y propiedades, desplazamientos forzados, destrucción de hogares y colonización de territorios mediante asentamientos que la comunidad internacional considera ilegales.

La solidaridad con los palestinos ha sido una constante de la revolución cubana y de su líder histórico Fidel Castro, que desde sus inicios reconoció a la Organización de Liberación de Palestina, encabezada por Yasser Arafat.

En una carta a Fidel Castro el presidente palestino destacó: “Su toma de posición y ejemplo nos da más ánimo y decisión para continuar la lucha, la resistencia y la Intifada para sacar a los ocupantes israelíes de nuestro país”.

En 2014 Fidel Castro firmó un manifiesto internacional en apoyo a Palestina, en el que se pide al régimen israelí que respete las resoluciones de Naciones Unidas y se retire de la Franja de Gaza, Cisjordania y el este de Jerusalén.

Cabe recordar que en 1975 Cuba fue uno de los promotores de la resolución 3379 de la Organización de Naciones Unidas que califica al sionismo como una forma de racismo y discriminación.

El apoyo del país caribeño al pueblo palestino no se evidencia solo en los foros internacionales, sino que miles de jóvenes han estudiado en territorio cubano diversas carreras, entre ellas la de la medicina.

Entre Cuba y Palestina existen acuerdos de cooperación en materia de educación superior y cultura, además de un acuerdo de cooperación deportiva, que estrecha los vínculos cubano-palestinos en esas esferas del quehacer humano.

Las autoridades palestinas afirman que la lucha de su pueblo ha sido dura y larga, pero también han contado siempre con el apoyo de países hermanos como Cuba, que, aunque lejos geográficamente, son cercanos de corazón.

Solidaridad, amistad y un fuerte compromiso caracterizan las relaciones de Cuba con Palestina, un pueblo que es un símbolo mundial de resistencia y esperanza.

Y es que como afirmara en un discurso ante la ONU el presidente Raúl Castro "una solución justa y duradera al conflicto del medio oriente exige, inexorablemente, el ejercicio real del derecho inalienable del pueblo palestino a construir su propio estado dentro de las fronteras anteriores a 1967 y con su capital en Jerusalén Oriental...”