Por: Nicanor León Cotayo.CubaSí.
Un senador republicano asistirá en lugar de Donald Trump a la tambaleante VIII Cumbre de las Américas a celebrarse este viernes en Lima, Perú. Resulta curioso que uno de los temas que suscita tal evento es la inseguridad que se lleve verdaderamente a cabo.
Baste recordar que el rasgo más significativo de esta es la gran cantidad de sus participantes que han sido mezclados con la corrupción, como es el caso de su defenestrado anfitrión Pedro Pablo Kuczynski.
Este último cayó de la presidencia del acontecimiento pocas horas antes de iniciarse debido al escandaloso estado corruptivo que le imputaron.
Paradójicamente Kuchinsky había atacado al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro a quien amenazó incluso con no permitirle su entrada al país sede.
Según afirmó el jueves último la Associated Press uno de los hechos curiosos de este episodio ha sido que quien amenazó a Maduro por violar los derechos humanos en su país, resulta ahora que está imposibilitado de presidir la Cumbre en Lima, teniendo como primer punto de su agenda la corrupción.
En declaraciones telefónicas desde Washington, Rubio dijo que “la ausencia de Trump era comprensible, un ejemplo de cómo América Latina a menudo es relegada por asuntos más importantes relacionados con la seguridad nacional”.
Pura hipocresía por parte de Marco Rubio, ya que lo usual en este tipo de encuentro ha sido llevarlos a cabo pisoteando los principios teóricos de la organización.
Para alejarse de esta realidad Donald Trump apeló a un pretexto que lo desenmascara “para enfocarse en las medidas de represalia a tomar contra Siria por un supuesto ataque químico a civiles”.
Por cierto, no demostrado y cuando luego de estar virtualmente terminada la contienda, esgrimen una versión carente de veracidad contra ese país.
La debacle en Lima tiene otro importante significado.
La OEA que ha sido reiteradamente utilizada para servir a los intereses hemisféricos de Estados Unidos, esta vez no le fue posible montar un espectáculo para tales efectos.
Sucede porque su honda crisis es reflejo del alto quebranto del capitalismo en la arena internacional. Muestra inequívoca de la dura problemática que ha ido desmoronando el trabajo de esa organización hasta el presente.
A propósito, la reputación de Rubio, como alguien muy allegado a Trump, no ha pasado inadvertida en Caracas, donde se burlan de él diciéndole “Narco Rubio” por su obsesión de mezclar a funcionarios chavistas con el narcotráfico.