Por: María Josefina Arce
La solidaria cooperación con otras naciones del mundo en materia de salud distingue a Cuba desde los primeros años del triunfo revolucionario de enero de 1959, una generosa contribución del archipiélago cubano, como reconocen organismos internacionales, para que los sectores más humildes tengan acceso a la atención médica, un derecho humano fundamental.
Desde que en la década del sesenta del siglo pasado llegaron a Chile y Argelia las primeras misiones de profesionales cubanos de la salud, no se ha detenido nunca, ni aún ante adversas condiciones internacionales o el férreo bloqueo norteamericano, la ayuda solidaria a otros pueblos necesitados.
A lo largo de décadas los médicos cubanos han salvado incontables vidas por todo el mundo y han coadyuvado a mejorar los índices sanitarios de otros países. Cuba nunca ha titubeado en tender su mano amiga a los más necesitados.
Desafiando la distancia geográfica o el peligro para sus vidas, los cubanos han llevado vida y esperanza a muchos rincones del planeta, donde han dejado una profunda huella por su profesionalismo y humanismo.
Actualmente más de 42 MIL colaboradores cubanos están presentes en 64 países, en los cuales no solo prestan su asistencia ante desastres naturales, sino que garantizan que las personas reciban atención especializada.
Cabe destacar que el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, constituido el 19 de septiembre de 2005 por el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro, ha estado presente en 21 países con 24 brigadas médicas.
Meritoria fue su labor en el enfrentamiento a la epidemia del ébola en África Occidental. De hecho la Mayor de las Antillas fue el primer país en responder al llamado de la OMS, Organización Mundial de la Salud, para marchar al llamado continente negro y ayudar a los enfermos.
En esa ocasión la entonces directora general de la OMS, la doctora Margaret Chan, afirmó que "Cuba es conocida en el mundo por su capacidad para formar a médicos y enfermeras destacados, así como por su generosidad en ayudar a otros países en su ruta hacia el progreso".
El pasado año la OMS entregó el Premio de Salud Pública en Memoria del Dr. Lee Jong-wook al contingente médico cubano Henry Reeve, en reconocimiento a su labor en numerosos países del mundo afectados por desastres naturales, así como por el trabajo de 250 especialistas en naciones africanas durante la peligrosa epidemia de Ébola.
Más de cuatro millones de personas de escasos recursos de 34 países han sido operadas de la vista gracias a la iniciativa cubano-venezolana Operación Milagro, un programa de rehabilitación oftalmológica.
Otra muestra de la ayuda que brinda Cuba en materia de salud es la formación de personal calificado. Creada el 15 de noviembre de 1999 por iniciativa de Fidel Castro, tras el paso devastador de dos huracanes por Centroamerica y el Caribe, la Escuela Latinoamericana de Medicina ha graduado hasta la fecha a casi 29 MIL jóvenes de 90 naciones.
Incluso unos 170 jóvenes de Estados Unidos se han graduado como médicos en la ELAM, quienes ejercen en barrios pobres y promueven programas comunitarios en el país norteño.
Y aunque la gran prensa intenta silenciar la actitud solidaria de Cuba, esta es reconocida y altamente valorada por organismos internacionales y numerosas naciones, lo que quedó claro en las múltiples intervenciones en el Consejo de Derechos Humanos, tras la presentación de la Mayor de las Antillas en Ginebra de su tercer informe ante el Examen Periódico Universal de esta materia.