Por: Roberto Morejón
La presencia de 80 constructores e ingenieros cubanos en Dominica ayudará notablemente a los locales a la recuperación de inmuebles dañados por el huracán María en septiembre de 2017, fenómeno que también causó estragos en otras islas, al igual que Irma.
Una avanzada de la brigada cubana labora en la reparación del emblemático State College, principal institución de la enseñanza media superior en Dominica, una isla de 751 kilómetros cuadrados y 73 mil habitantes.
Esas personas necesitan respaldo en sus afanes por recobrar hogares y planteles afectados por el huracán María que con categoría cinco dejó 31 muertos, pérdidas por valor de mil 300 millones de dólares y el sector agrícola prácticamente borrado.
El gobierno de Cuba respondió a una solicitud de su homólogo dominiqués y envió a los constructores e ingenieros para ampliar la cooperación bilateral que tuvo una fase definitoria a partir de la embestida del fuerte ciclón tropical.
Cuba organizó entonces el viaje a Roseau, la capital, de grupos de salvamento y rescate, forestales y de la electricidad, donó materiales de construcción y alimentos, además de reforzar la brigada médica.
Los primeros colaboradores cubanos en llegar a Dominica a raíz del cruce del huracán laboraron en el jardín botánico de Roseau y en otros destinos de alto impacto ecológico.
Es oportuno destacar que el auxilio a Dominica se concretó paralelamente a una gestión similar realizada en Antigua y Barbuda, castigada por el huracán Irma.
Si bien Cuba tiene limitaciones como país pobre y bloqueado y sufrió los estragos del meteoro Irma, las autoridades atendieron con rapidez las necesidades de antiguanos y dominiqueses.
Un barco mercante cubano llevó un cargamento de auxilio y personal de apoyo a Dominica y Antigua y Barbuda.
Los cubanos conocieron con inquietud que la reconstrucción de Antigua y Barbuda requería de cerca de 250 millones de dólares y de su dramático llamado a la solidaridad mundial por el golpe del huracán Irma.
Más allá de la asistencia en el terreno, La Habana acordó con sus vecinos caribeños compartir experiencias en la organización de la defensa civil y el enfrentamiento a desastres naturales y los efectos del cambio climático.
Si bien los cubanos y muchos de sus vecinos hablan idiomas diferentes tienen la misma idiosincrasia y se entienden cabalmente cuando planifican la cooperación.
Como la que se concreta en el Dominica State College, donde avanza un trabajo conjunto para recuperar las potencialidades de un inmueble con ofertas de programas educativos en asignaturas tradicionales y vocacionales, fundamentales para la vida económica y social de la isla.