Por María Josefina Arce

Tras la llegada a la presidencia en Bolivia ha buscado Evo Morales garantizar a la mayor cantidad posible de los ciudadanos el acceso al agua potable y al saneamiento, ante la poca atención de gobiernos anteriores a esta demanda popular, que es también un derecho humano esencial.

Aunque el país sudamericano cuenta con notables recursos hídricos tanto superficiales como subterráneos, no habían sido aprovechados al máximo antes de 2006 para llevar el preciado líquido a toda la población y atenuar los efectos de fuertes sequías, consecuencia del cambio climático.

Es cierto que aún queda por avanzar en esta problemática y que la ausencia de agua incide en algunos territorios, pero el gobierno de Evo Morales ha trabajado sin descanso. En la actualidad más de nueve, de los once millones de habitantes tienen ya acceso al líquido.

Este resultado, que aún no satisface a las autoridades, se ha logrado gracias a la fuerte inversión en ese sector y que desde 2006 hasta finales del presente año ascenderá a cerca de dos mil millones de dólares.

De acuerdo con el director general de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario, Edwin Laruta, declaró que ese presupuesto permitió extender la cobertura del preciado líquido en el país de un 46 por ciento a más de 85 por ciento en los 12 años de gestión del presidente Morales.

Los recursos fueron empleados en la construcción de sistemas de agua potable, alcantarillado, plantas de tratamiento y riego para garantizar la producción de alimentos y así, la seguridad alimentaria de los bolivianos.

En ese camino resaltan programas sociales puestos en marcha por la administración de Morales como Más inversión para agua-Mi agua, que desde su implementación en 2011 ha beneficiado a más de 450 MIL familias, unos dos millones de personas en los 339 municipios del país.

Este programa, que ya está en su quinta fase, ha permitido llegar a zonas de la nación andina a las cuales antes el estado no prestaba la menor atención.

Otra iniciativa de gran impacto social es MI riego que ha logrado llevar el agua a unas 40 MIL hectáreas para incrementar el rendimiento de las cosechas

Destaca que este no es solo un trabajo del Gobierno central, sino una tarea conjunta entre los gobiernos departamentales y municipales, porque con ellos son elaborados los proyectos sobre la base de las necesidades de las poblaciones.

En reiteradas ocasiones, el mandatario boliviano ha afirmado que los servicios básicos deben ser públicos y no un negocio privado, que solo busque ganancias para unos pocos.

Bolivia trabaja para que no quede un solo ciudadano sin acceso al agua, un ambicioso reto que se ha trazado para el 2025, consciente de que lograr esa meta significa un mejoramiento del nivel de vida y salud de los bolivianos.