Por María Josefina Arce
Desde enero de 2017 Estados Unidos retornó a la política hostil hacia Cuba que lo había caracterizado desde el triunfo mismo de la revolución en enero de 1959. Lo que se había avanzado meses antes en materia de relaciones bilaterales bajo la administración del ex presidente Barack Obama quedó en el pasado.
Donald Trump llegó a la Casa Blanca y volvió el tono agresivo y ofensivo contra el pueblo cubano, al tiempo que ha ido adoptando una serie de medidas para intensificar el ilegal bloqueo económico, comercial y financiero que desde hace más de medio siglo afecta el pleno desarrollo de la Mayor de las Antillas.
Trump se ha dejado llevar por ciertos elementos anticubanos, cuyas exigencias para incrementar la hostilidad contra Cuba han aislado más a Washington en el plano internacional.
Prueba de ello son las constantes demandas de gobiernos, pueblos y personalidades de todos los ámbitos para que se ponga fin al inhumano cerco, que atenta contra los más elementales derechos humanos como la salud y la educación.
Una demanda que está presente cada año en la Asamblea General de la ONU, que en 27 ocasiones ha votado en contra del bloqueo, por considerar que es violatorio del derecho internacional, además de atentar contra la vida de más de once millones de personas.
Pero en Estados Unidos no todos piensan como Trump y esos que llenan sus bolsillos a costa de alentar las agresiones contra Cuba. En el propio territorio estadounidense se levantan cada día más voces para exigir el levantamiento de la unilateral medida y avanzar en la normalización de las relaciones entre las dos naciones, un hecho que beneficiaría a ambos pueblos.
Engage Cuba es una muestra de la amplia solidaridad que despierta en Estados Unidos el pueblo del país caribeño. Surgida en 2015, representa a organizaciones no gubernamentales y grandes grupos de negocios.
Ya suman 19 estados norteamericanos los que se han unido a esta coalición, pues en las últimas horas se conoció de la adhesión de New Jersey.
Prominentes líderes de ese territorio lanzaron el Consejo Estatal bipartidista New Jersey-Engage Cuba, que apoyará las políticas a favor del acercamiento e instará al Congreso a que se levanten las restricciones comerciales y de viaje al archipiélago.
Engage Cuba destacó que New Jersey ha sido durante mucho tiempo un centro de intercambio cultural con la nación antillana, y subrayó que, de acuerdo con un sondeo del instituto de investigación Consejo Atlántico, casi el 70 por ciento de sus habitantes favorecen que Estados Unidos se involucre más directamente con Cuba.
Para los empresarios de ese estado, Cuba sería un gran mercado para sus productos y servicios, los cuales no puede adquirir a causa de las restricciones que impone el bloqueo económico, comercial y financiero.
Políticos y legisladores afirmaron que muchos de ellos tiene vínculos estrechos con el pueblo cubano y se debe fomentar esa conexión, al tiempo que opinaron que ambos países tienen mucho que ofrecerse.
Es un hecho que son muchos los estadounidenses que acompañan a Cuba en su lucha por el cese del bloqueo y que cuestionan la obsoleta política contra esa nación caribeña implementada nuevamente por un presidente, mal aconsejado por quienes solo buscan salvaguardar sus intereses, o sea mantener su fuente de ingresos.
