Por: María Josefina Arce

En la última década las relaciones entre Cuba y Bolivia han alcanzado un alto grado de fraternidad y de entendimiento mutuo, que se traduce en el trabajo conjunto que realizan ambas naciones en favor del bienestar de sus pueblos y de la integración de América Latina y el Caribe.

Desde que Evo Morales asumiera la presidencia del país andino en 2006, múltiples han sido los pasos dados para impulsar las relaciones bilaterales y llevarlas a su actual nivel de excelencia.

La solidaridad y el intercambio justo ha caracterizado el intercambio entre La Habana y La Paz. El ministro de la Presidencia de Bolivia y antiguo embajador en la capital cubana, Juan Ramón Quintana, ha calificado los nexos como un ejemplo para los estados de la región, en un contexto donde se pretende construir muros, dividirlos y sumirlos en conflicto.

De dinámicos y fluidos pueden catalogarse los lazos entre los dos países, que mantienen contactos al más alto nivel, con frecuentes visitas de funcionarios y un diálogo respetuoso y fraterno.

En un nuevo impulso al intercambio comercial, que ambas partes catalogan aún como insatisfactorio por sus amplias potencialidades, se suscribió un acuerdo de cooperación que refuerza los vínculos.

El convenio se firmó durante la Tercera Reunión del Grupo de Trabajo para la Complementariedad Económica entre ambos países, celebrada por estos días en La Habana.

Por un monto de más de doce millones de dólares el acuerdo, calificado de satisfactorio e importante por las dos naciones, abarca la exportación de alimentos y la colaboración en la esfera agropecuaria.

El documento viene a reforzar los pasos dados hacia un intercambio comercial más intenso y que ha comprendido la participación de delegaciones empresariales cubanas en las Ferias de Cochabamba y Santa Cruz, así como la asistencia de Bolivia a la Feria Internacional de La Habana, una de las bolsas comerciales más importantes del área.

Pero en las áreas que más destaca la solidaridad es en la salud y la educación. De impresionante e invaluable han calificado las autoridades bolivianas la asistencia médica cubana.

Los profesionales cubanos están en los nueve departamentos de la nación andina, donde han ayudado no solo a elevar los índices sanitarios, sino también socorrido a los damnificados por inclemencias del tiempo.

Las brigadas de la Mayor de las Antillas apoyan además, la concreción de los programas de salud promovidos por el gobierno de Morales en favor de los sectores más desfavorecidos. Es ya una constante la participación de los médicos cubanos en las Ferias de salud que se desarrollan en las comunidades más lejanas.

En cuanto a la educación, en Bolivia se implementó el método cubano de alfabetización “Yo sí puedo”, altamente valorado por organismos internacionales por su economía y eficacia.

De hecho en 2008 la nación andina fue declarada Territorio Libre de Analfabetismo por la UNESCO, Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Cuba y Bolivia están hermanadas y se apoyan mutuamente en su meta de elevar el bienestar de sus respectivos pueblos, además de trabajar unidas para lograr la integración de América Latina y en consonancia el desarrollo de los países que la conforman.