Por: Roberto Morejón

La sociedad cubana está envejecida y la tendencia continuará, de ahí la importancia de tener una estrategia gubernamental para tratar de paliar los efectos del proceso.

Cuba cuenta con un Programa de Atención a la Política Demográfica a tono con la magnitud del problema, pues 20,4 por ciento de la población tiene 60 años o más y los cálculos auguran que el indicador subirá a 30 por ciento en 2030.

Actualmente existen más hogares con adultos mayores que con niños. La estrategia nacional aborda el asunto del envejecimiento poblacional desde todas sus aristas y contempla decenas de medidas.

Entre los objetivos destaca estimular la fecundidad y buscar empleo a personas mayores aptas para trabajar. Los enunciados apuntan hacia las causas de la acelerada conversión del universo poblacional, incluyendo los bajos niveles de fecundidad, el alza de la esperanza de vida y el negativo saldo migratorio.

En Cuba, donde salen del país personas laboralmente activas y retornan otras en edad de jubilación, resulta imperativo encontrar fuerza de trabajo porque en el futuro faltará.

Como parte de la estrategia del país, se amplió a todas las provincias y municipios la red de servicios a las parejas infértiles,
cuyo número rebasa los cien mil.

Junto a un programa tan humano y necesariamente vinculado a los adelantos de la ciencia y la medicina destaca en la mayor de las Antillas la construcción de viviendas a madres con prole notable.

Las autoridades destinaron 50 millones de pesos, moneda nacional, para erigir casas a mujeres con tres o más hijos. La partida monetaria se concentra por ahora en 32 de los municipios donde la población no se reproduce biológicamente.

Otras acciones han sido la ampliación de las garantías para la protección a la maternidad y la extensión de la posibilidad a padres y abuelos de optar por la licencia laboral para el cuidado de los menores.

El Programa de Atención a la Política Demográfica visibiliza destacadamente a los ciudadanos de la tercera edad, con crecientes necesidades tanto materiales como afectivas.

En medio de apremios notorios en cuanto a la disponibilidad de divisas a causa entre otras razones del asedio estadounidense, Cuba se dota de una política racional y sólida para atender la senectud con la prioridad requerida.

El gobierno cubano evidencia así su voluntad política de atender con esmero la dinámica poblacional. Ese enfoque está acorde con la presunción de especialistas de que Cuba ha marcado el inicio de la tendencia a la disminución de la población total.