Por: María Josefina Arce
Bayamo, esa ciudad oriental símbolo de la rebeldía de los cubanos, que en 1869, hace 150 años, ardió hasta sus cimientos para impedir su caída en manos de las tropas colonizadoras españolas, será escenario dentro de pocas horas del acto central por el 26 de Julio, una fecha de especial significación para varias generaciones de los nacidos en Cuba.
En la ciudad capital de la provincia de Granma se darán cita miles de cubanos para rendir tributo a quienes, a pesar de su juventud, protagonizaron hace 66 años los Asaltos a los Cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo.
Aquella acción fue el motor impulsor de la revolución cubana, que comenzó a gestarse precisamente hace poco más de 150 años en la hoy provincia de Granma, cuna del Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, quien en un gesto sin precedentes para la época, siglo XIX, entregó la libertad a sus esclavos.
Inspirados en el ejemplo de Céspedes y de muchos otros patriotas cubanos y en el ideario del Héroe Nacional José Martí, aquellos jóvenes de diversas regiones del país con su valentía y osadía sin límites abrieron en 1953 el camino para la acción armada contra la sangrienta tiranía de Fulgencio Batista.
Encabezados por el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, los participantes en los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes dieron un grito de libertad en el oriente cubano, y aunque la acción militarmente fue un fracaso, visibilizó para Cuba y el mundo la resistencia y ansías libertarias que nunca habían abandonado al pueblo cubano.
En sus palabras horas antes del suceso lo expresaría Fidel: “Compañeros, podrán vencer mañana o ser vencidos, pero de todas maneras este movimiento triunfará. Si vencen mañana será lo que aspiró Martí, si no, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba...”
Este viernes Bayamo volverá a revivir momentos insignes de su historia, en otro contexto y situación. A lo largo de los años la ciudad ha sido testigo de un amplio proceso constructivo que ha posibilitado la entrega de obras económicas y sociales de gran impacto.
Escuelas, consultorios del médico de la familia, fábricas, nuevas viviendas y otras remozadas y una red completa de conductoras de agua forman parte del paisaje de la capital de Granma, provincia que se consolida como principal productor de arroz en el archipiélago y crece en la obtención de otros granos que sustituyen importaciones.
La también conocida como Ciudad Invicta es hoy reflejo de las profundas transformaciones que tienen lugar en toda Cuba para avanzar hacia un socialismo próspero y sostenible y un incremento del nivel de vida de sus ciudadanos.
Y en ese proceso, no exento de dificultades como el recrudecimiento del bloqueo norteamericano, es esencial el esfuerzo de los bayameses, pues como afirmara en una reciente visita a esa urbe el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, “...esta ciudad es muy importante, porque en Bayamo está la savia de la Revolución.”