Por: Guillermo Alvarado
Quizás haya quien en Argentina no crea que Alberto Fernández, del Frente de Todos, haya ganado el primer debate de los candidatos a la presidencia, pero en lo que prácticamente todos están de acuerdo es que el perdedor absoluto fue Mauricio Macri, que se aleja cada vez más de la reelección.
De hecho existen varias opiniones, incluída la del medio derechista Infobae, que señalan que el gobernante perdió este foro incluso antes de que comenzara, al no poder explicar las causas del incumplimiento de sus promesas en la pasada campaña cuando ofreció un cambio que, si acaso existió, fue para empeorar.
Es evidente que ya hay sectores conservadores, entre políticos, medios de comunicación y empresarios, que buscan desmarcarse del presidente, quizás para evitar que se les responsabilice del desastre que dejará cuando entregue el cargo a su sucesor.
De acuerdo con Mario Wainfeld, del diario argentino Página 12, Macri tuvo un desempeño pésimo en el debate, no supo responder las críticas de sus oponentes y trató de dibujar un país que no existe, con mejoras en casi todos los aspectos.
Quizás uno de los puntos más lamentables sea que no anunció una sola medida para remediar la grave crisis financiera y económica del país en el caso, cada vez más improbable, de ganar de nuevo la presidencia.
Alberto Fernández se mantuvo cómodo y sereno en el encuentro, señaló a Macri con datos, argumentos y estadísticas y anunció que una vez en el gobierno creará el ministerio de La Mujer, Igualdad y Diversidad.
Un grupo de 67 profesionales de la comunicación consultados luego del debate señaló que el candidato del Frente de Todos fue el claro ganador de la noche y coincidieron que mejoró su posición en las encuestas y que se alzará con el triunfo en las votaciones del 27 de octubre.
La diferencia de 18 puntos sobre Macri se ha mantenido a lo largo de los dos últimos meses y no hay ningún indicio de que eso vaya a cambiar en las menos de dos semanas que faltan para los comicios.
Crece, incluso, la posibilidad de que gane en la primera ronda, lo que ahorraría el desgaste de un repechaje donde la derecha más conservadora se uniría en su contra.
El próximo encuentro, que también es obligatorio de acuerdo con las leyes vigentes en Argentina, será el venidero domingo 20 de octubre y luego quedará una semana para el cierre de campañas y los ajustes necesarios de cara a unas votaciones que esta vez sí podrían generar un cambio positivo para la población, a diferencia de lo ocurrido en 2015.