Por: Roberto Morejón
Cuba enfatizó en Ginebra en el concepto de que el bloqueo estadounidense afecta de forma flagrante, masiva y sistemática los derechos humanos de los habitantes del archipiélago caribeño.
Durante su participación en foros multilaterales y entrevistas con funcionarios y representantes de gobiernos, el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, hizo sentir intensamente la voz de sus compatriotas.
El jefe de la diplomacia cubana participó en el Segmento de Alto Nivel del cuadragésimo tercer período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, en la ciudad suiza de Ginebra.
En ese foro se escenifica habitualmente un fuerte debate ante los intentos de países industrializados de colocar a los menos adelantados económicamente como supuestos transgresores de las libertades ciudadanas.
Contra la selectividad y politización de los derechos humanos volvió a pronunciarse Cuba por medio de su delegación enviada a la sede de varios organismos multilaterales de la ONU.
A su vez, el canciller de la mayor de las Antillas denunció a la administración estadounidense por agudizar el bloqueo y apelar a ataques no convencionales, como la obstaculización de los envíos de combustible.
Tales cortapisas ocasionan severo impacto en esferas determinantes de la vida cotidiana.
El representante cubano explicó otra de las líneas recientes de agresiones de los inquilinos de la Casa Blanca, la de socavar la cooperación médica de La Habana con otras naciones.
Es decir, Washington lacera las prerrogativas de millones de personas de recibir asistencia de salud por los médicos de la patria de José Martí, previo acuerdo con los gobiernos respectivos.
Rodríguez reveló la impresionante cifra de 67 millones de personas perturbadas por la suspensión del aporte médico impuesta a países de América Latina.
Cuba reafirmó en Ginebra la disposición a continuar esa asistencia si es solicitada, tal y como ocurrió desde mil 963, período en el que 400 mil colaboradores cumplieron misiones en 164 naciones.
El gobierno revolucionario también ratificó su decisión de manifestarse con voz propia y constructiva en el Consejo de Derechos Humanos, uno de cuyos asientos aspira a ocupar nuevamente.
La nación antillana apoya ese órgano de la ONU porque tiene un compromiso con el fomento y protección de todos los derechos humanos que deben amparar a la Humanidad.
Además, en foros como el ginebrino es imperativo denunciar el unilateralismo de Estados Unidos que atenta contra el avance y resguardo de todas las libertades.
Como subrayó el canciller Bruno Rodríguez, resulta perentorio que todos los Estados se abstengan de ejercer presiones o exigencias sobre otros países.