Por: Roberto Morejón
El cálido recibimiento en sus comunidades a integrantes de la brigada médica cubana que regresaron de cumplir exitosa misión en la región italiana de Lombardía, no desvió la atención del excelente papel de otro grupo de profesionales, aún en Turín.
En la capital de la norteña región de Piamonte conocida por su arquitectura refinada y la escolta de los Alpes, trabajan arduamente, codo con codo con los italianos, otros profesionales antillanos de la salud.
Ubicados en un hospital temporal con pacientes afectados por la COVID-19, los cubanos alaban, junto a sus colegas locales, cuando dan el alta clínica a pacientes recuperados.
Ambos colectivos participaron en una jornada científica sobre el nuevo coronavirus, como evidencia de la estrecha colaboración en bien de los hospitalizados.
Y NO solo se benefician los recluidos en el nosocomio provisional de Turín, porque los especialistas enviados desde La Habana también dan seguimiento en sus casas a personas recobradas, pero con otros padecimientos.
Esa modalidad de los profesionales que estudiaron en las Escuelas de Medicina de esta tierra caribeña llama la atención de colegas y de la población italiana.
Ellos resaltaron el trato amable de los cubanos, la mirada a los ojos y el respeto a la idiosincrasia y preferencias políticas de los atendidos en consulta.
Los profesionales procedentes de la patria de José Martí supieron que sus opiniones son tenidas muy en cuenta y que el ejercicio de su faena genera interés.
Así ocurre porque en opinión de los lugareños, los cubanos diagnostican con pocos recursos, son muy exactos y precisos.
La misión de los médicos y enfermeros del país caribeño es salvar vidas y por eso atienden a todos los necesitados.
Tal vez por ello un enorme mural en las afueras de la ciudad de Turín les agradece su desprendimiento.
Muchos italianos opinan que tanto la experiencia de la brigada que concluyó su trabajo en la región de Lombardía y regresó a La Habana, como la que permanece en Turín enriquecieron un bregar colectivo en el combate al virus SARS-Cov-2.
La labor binacional arrojó dividendos útiles para el ejercicio de un sistema de colaboración internacional entre un país industrializado y otro de escasos recursos.
Además, constituyó una manifestación de altruismo y confraternidad.
No asombra entonces el establecimiento de un acuerdo para mantener la colaboración médico-científica entre Piamonte y Cuba.