Por: Roberto Morejón
Territorios británicos de ultramar y en general el Caribe han acogido a brigadas del Contingente cubano de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias “Henry Reeve”, nombre asociado a la pericia en materia de salud y al humanismo.
Al culminar su período de cuarentena, 13 médicos y enfermeros de la mayor de las Antillas iniciarán su labor en Montserrat.
Ese país se sumó recientemente a los que cuentan con la valiosa asistencia de Cuba en momentos críticos para el mundo, por el azote de la COVID-19 .
Personal cubano trabaja también en Anguila e Islas Turcas y Caicos, en una práctica cumplida por primera vez en esos territorios.
Monserrat está ubicada al sureste de Puerto Rico, tiene una superficie de 102 kilómetros cuadrados y poco menos de seis mil habitantes.
El personal de salud de ese pequeño Estado de las Antillas menores sufre los rigores del enfrentamiento a la enfermedad, por lo que requiere de ayuda.
Con más de una decena de casos, es necesario en Monserrat seguir el cuidado de los pacientes y hacer campaña preventiva.
Cuba reúne experiencia en esos derroteros, pues su sistema de salud logró poner bajo control al virus SARS-COV-2, causante de la COVID-19 .
Además, los médicos, enfermeros y técnicos de la salud de Cuba tienen en sus alforjas una rica experiencia profesional, dada la vasta colaboración con otros pueblos.
Numerosos gobiernos solicitaron el apoyo cubano en la salud ante el embate de la cruel enfermedad de origen respiratorio.
El grupo de trabajo ahora en Monserrat es el número 44 enviado desde la mayor de las Antillas a 37 naciones para contribuir a neutralizar la pandemia.
Todos viajaron en medio de feroces presiones de la administración estadounidense.
Washington insta a otros países a prescindir de la ayuda cubana en la esfera de la salud.
Los inquilinos de la Casa Blanca alegan que el gobierno antillano utiliza a los médicos como esclavos.
La calumnia es mayúscula y desconoce la voluntariedad de los colaboradores y su disposición a servir a sus semejantes.
Con respeto a las situaciones políticas de cada país, las brigadas médicas cubanas desempeñan misiones en otras latitudes porque los nacidos en la tierra de José Martí creen que la cooperación y la solidaridad deben ser palabras de orden en tiempos convulsos para la humanidad.