Por María Josefina Arce.
Cuba desarrolla una permanente batalla contra el narcotráfico y su posible incidencia en un consumo interno. Dada nuestra posición geográfica el país se ve amenazado por este flagelo que azota al mundo y causa un número elevado de muertes cada año.
De acuerdo con los especialistas, en nuestra área geográfica más del noventa por ciento de estas operaciones ilegales se realizan por vía marítima.
De ahí que a nuestras costas lleguen drogas procedentes de recalos de acciones de esta naturaleza, que no tenían como destino el archipiélago cubano, pero que exigen una constante vigilancia para evitar su eventual introducción en el país.
Una vigilancia que se extiende a los aeropuertos ante las tentativas de algunos de introducir estupefacientes para su comercialización en el territorio nacional. Aquí se complica el panorama pues cada día los narcotraficantes acuden a métodos más sofisticados para lograr su objetivo.
Pero Cuba tiene una política de tolerancia cero ante el tráfico de drogas. De hecho mantiene una activa cooperación Internacional en este aspecto, y ha suscrito acuerdos con otras naciones para intercambiar información y coordinar respuestas de enfrentamiento.
Participa además, en las iniciativas y programas regionales y globales para enfrentar el consumo de estas dañinas sustancias.
En la nación caribeña existe un marco jurídico para sancionar, de acuerdo a la peligrosidad social, el delito de tenencia y tráfico de estupefacientes. Es importante destacar que el consumo no se sanciona, pues se trata de una persona enferma.
Y aquí el estado destina importantes recursos para atender a esas personas y lograr vencer su adicción que puede llevar a la pérdida de la familia, serios trastornos de salud e incluso la muerte.
Contamos con un Programa Nacional de Prevención de drogas, dirigido fundamentalmente a niños y jóvenes, y en el que desempeñan un importante papel los especialistas, pero también profesores y familiares.
Esencial es el trabajo en las escuelas para anticiparnos a cualquier situación de este tipo. Cómo afirman los expertos, los pedagogos contribuyen a modificar comportamientos y a la formación integral de los educandos.
Asimismo, desde el 2002 la Mayor de las Antillas cuenta con la Línea Confidencial Antidrogas, a través de la cual psicólogos, médicos, enfermeras y promotores de la salud, ofrecen consejería gratuita, anónima y especializada.
Cuba destaca por su política de tolerancia cero al narcotráfico. No es productor, ni permite que se trafique a otras naciones, al tiempo que en su enfrentamiento involucra a toda la sociedad y ofrece ayuda gratuita a los enfermos.