Foto / Unión Electrica
Por: Roberto Morejón
Las dificultades del sistema electro-energético nacional, no exento de los zarpazos del bloqueo estadounidense, inquietan a los cubanos y algunos sugieren que actuaron como resorte para incentivar disturbios recientes.
Elementos provocadores con planes subversivos atizaron manifestaciones, algunas de las cuales derivaron en hechos vandálicos, antes de que el pueblo guardián de las leyes las enfrentara pacíficamente en las calles.
Pero sobre el tapete gravitan innegables penurias, como secuelas del recrudecido bloqueo estadounidense y el demoledor impacto de la pandemia por el nuevo coronavirus.
Entre las más sensibles figuran los cortes de electricidad, o apagones, reducidos notablemente durante los primeros 12 meses del auge de la Covid-19 , para satisfacción de los clientes.
Pero en las últimas semanas regresaron coincidentes con el auge de casos de Covid-19 y las altas temperaturas del verano.
El aumento de la demanda por esa razón y por la necesidad de atender requerimientos de recintos de aislamiento para contactos de casos positivos de la enfermedad de origen respiratorio, incurrieron en el panorama energético nacional.
Averías en unidades térmicas, la base de la generación, y complicaciones en los programas de mantenimiento y en la adquisición de piezas de recambio por falta de financiamiento, hicieron más azaroso el trabajo de rescate de la normalidad.
Una exhaustiva explicación de las autoridades del país, incluyendo el presidente de la República Miguel Díaz-Canel, arrojó más luces sobre la colosal faena ejecutada por los técnicos.
El sistema electro-energético NO escapa de las sanciones del expresidente estadounidense, Donald Trump, quien agregó la persecución a tanqueros y compañías suministradores de combustible.
Los contratiempos con los energéticos aun persistentes se suman a las heterogéneas fuentes de generación.
El país confía en sus inversiones en fuentes renovables de energía, pero el asedio estadounidense con asechanzas a los bancos, dejan huellas en los planes.
En tanto los que sufren apagones solo apelan a exponerse al aire libre, los técnicos No descansan para, a veces con más habilidades que recursos, sortear las averías.
Las oportunas explicaciones sobre el complejo origen de los cortes de electricidad ayudan a calibrar la magnitud de los problemas, a los cuales nadie deja de atender, en busca de respuestas positivas.